No hay que ser muy listo para pronosticar las mejoras de números que van a experimentar el paro y la economía a lo largo del 2014. Guardad el cotillón y los matasuegras, que no he dicho que esto vaya a ser una fiesta.
En España tenemos lo que viene siendo empresarios torpecitos y cobardicas. Esto es, se han metido en el juego de la Economía, y como no tienen ni puta idea de jugar, se lo han puesto en modo fácil. Lo cual significa que las variables a tener en cuenta para que el juego funcione salen jodidas. Esas variables no son otras que los factores productivos, o sea, familias, empresas y sector público. Porque ahora que ya es más barato una hora de trabajo de cualquier empleado o despedirle que comprarle dos paquetes de pañuelos al rumano del semáforo, ¿quién no va a querer tener a su disposición unos cuántos empleados de más? A los faraones no les molestaba tener unos cuantos israelíes de más haciendo las pirámides.
Las familias, gracias a los nuevos puestos de trabajo, podrán seguir viviendo. Eso sí, tendrán que prescindir de todos los caprichos, como pagar tasas de universidad o libros y material escolar a sus hijos, o quitar la calefacción en invierno, o sustituir lámparas por velas, y con una o dos comidas nadie se muere. Ni qué decir del tiempo de ocio, que eso son lujos, y ya tenemos una edad para saber decidir entre trabajar o vivir.
Las empresas lo tienen chupado. Se han generado 5 millones de individuos en busca desesperada de trabajo, por lo que a cada oferta de trabajo lanzada, una demanda de 800 o 900 personas llegará casi por arte de magia. Seguro que escondida entre ellas está el candidato idóneo. Ala, que se pongan a buscarlo. Que total, si fallan con el elegido a la primera, podrán despedirlo y pillar a otro. Tienen 900 oportunidades para acertar. Solo tienen que sacrificar tiempo, los costes de reclutamiento de cada nuevo empleado fallido, la imagen de marca de la empresa por tener costantemente al "es que es mi primer día", o al propio empleado idóneo, el cuál ya ha sido pillado por otra empresa que tuvo más suerte. ¡Seguid jugando!
Y ya el sector público ni os cuento lo bien que va a estar a partir de ahora. El superávit va a ser histórico. Habiendo suprimido costes en sanidad, educación, proyectos sociales, pensiones, transporte, y un largo etcétera, la de pasta que va a haber en las arcas del Estado cogiendo moho va a ser tremenda.
Disfrutad de lo votado y feliz 2014.
1 comentario:
Que bonito todo, no? Mira tú por donde, precisamente hoy he sabido que por culpa de éste fantástico juego, me va a tocar soportar el sablazo del mantenimiento de mi cartilla de ahorros (ojo, que són nueve hojas grapadas a una cartulina) porqué mi estupendo sueldo no da ni para pipas. Así si da gusto vivir...
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