Título original: The Dark Knight Rises
Director: Christopher Nolan
Nacionalidad: EEUU
Duración: 164'
Año: 2012
Reparto: Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hethaway, Michael Caine, Gary Oldman, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Morgan Freeman,...
Género: Acción
Sinopsis: Hace ocho años que Batman desapareció en la oscuridad, dejando de ser un
héroe para convertirse en fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte de Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo
que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La
mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la
ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo
cambia con la llegada de una astuta gata ladrona, que pretende llevar a
cabo un misterioso plan. Sin embargo, mucho más peligrosa es la
aparición en escena de Bane, un terrorista enmascarado cuyos despiadados
planes para la ciudad obligan a Bruce a regresar de su voluntario
exilio.
Valoración personal: 9,75
Crítica: Nolan lo ha hecho. Hace ocho años cogió a un icono popular estancado en el marco gótico depresivo de Tim Burton, ridiculizado e infantilizado por Joel Schumacher, y le resucitó con una primera entrega modesta en cuanto a presupuesto y artilugios pero con unas pretensiones y una ambición elevadísimas en cuanto a calidad y entretenimiento. Después regresó a Gotham para reconfigurar el cine de superhéroes, y ahora cierra su saga dándole a su protagonista, no Batman, sino Bruce Wayne, el hombre sobre quien siempre ha girado todo el drama, la película que se merecía.
Si The Dark Knight era un puzzle minuciosamente reflexivo y con un grado de complejidad antes inimaginable en una película de justicieros encapuchados, su secuela es una batalla campal que acierta en describirnos la historia de Bruce Wayne como una odisea que necesariamente debe ser finalizada de manera épica, porque su cruzada no ha sido un simple choque contra la villanía, sino una guerra constante.
Vale que no tiene a un personaje tan absorbente como Joker, pero el conjunto de nuevos personajes es suficiente para no necesitarle y mantener el listón bien alto, y ese es quizá el gran mérito logrado. Selina Kyle es perfecta en su rol de felina sexy, divertida, atlética, tramposa e inteligente, interpretada por Anne Hethaway que, tal y como hizo Heath Ledger con su Joker ante la avalancha de críticas cuando fue elegido para ponerse el maquillaje del payaso, ha dado un zarpazo y un zas en toda la boca a todos los que dudaron de sus capacidades. Me huele además que compartirá galardones con Ledger cuando se acerquen los grandes premios del cine. Con el personaje de John Blake, llevado por Joseph Gordon-Levitt, Nolan ha hecho lo que lleva haciendo toda la saga con sus personajes a la hora de adaptarlos desde las viñetas al celulodide: coger todas sus etapas, extraer lo mejor de ellas y dejar que formen un nuevo concepto de tal personaje. Lo hizo con Batman y sus respectivos villanos en Begins, con Joker y Harvey Dent en TDK, y (ATENCIÓN SPOILER) ahora lo hace con Robin en esta parte. Por su parte, Tom Hardy hace lo que su personaje Bane pide: agresividad, asfixia y desmesura, y tiene tres momentos que por sí solos ya le dan galones como un gran antagonista: su puesta en escena en la escena inicial de los aviones, la brutal paliza que le da a Batman destrozándole, literalmente, y la magnífica secuencia en la que pone Gotham patas arriba. Buen personaje.
Una vez más, Nolan no se deja nada en el tintero y no repara en gastos. Las explosiones son reales, los miles de extras son reales, las acrobacias son reales,... Acierta por decantarse por IMAX y rechazar el 3D porque sabe que lo importante es la historia, sus personajes, y no deja que los escenarios y sus ambientes estén por encima de ellos en ningún momento sin privar al espectador de su magnificencia. La fotografía quizá sí que sea la mejor de toda la trilogía. Se explota ese formato IMAX con el que Wally Pfister, que ya va siendo hora de que alguien le de un reconocimiento en forma de estatuilla, hace virguerías y juguetea a su antojo. La narración usa más que nunca la elipsis para hacer avanzar la trama que se construye con un ritmo pausado que se vuelve frenético tras el punto medio, se aleja de clichés y adapta los contenidos al momento histórico actual, demostrando que su cine lo concibe para espectadores inteligentes que quieren ver algo más aparte de meros fuegos artificiales. Hans Zimmer reclama atención con la banda sonora y se deja llevar por la grandilocuencia que la película le pide. Para los más fanáticos del personaje en las viñetas: he babeado con las referencias a los pozos de Lázaro y a los episodios de "Tierra de nadie", introducidos con el tono realista al que ya se nos ha acostumbrado.
Poco más que valorar. ¿Mejor que TDK? No, pero superar a su antecesora no era un requisito, aparte de que intentar tal hazaña era misión suicida. TDK se sostiene por ella misma y sentó nuevas bases sobre las que el cine de superhéroes debe asentarse a partir de ahora. "Rises" simplemente se dedica a mantener esa línea y a terminar lo que se empezó en Begins de la manera más honesta posible. Nadie ha conseguido hacer nada parecido con ningún superhéroe antes. El aplauso al comenzar los títulos finales de crédito es de sobra merecido.