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26 de julio de 2012

The Dark Knight Rises (ALERTA DE POSIBLES SPOILERS)

Título original: The Dark Knight Rises
Director: Christopher Nolan
Nacionalidad: EEUU
Duración: 164'
Año: 2012
Reparto: Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hethaway, Michael Caine, Gary Oldman, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Morgan Freeman,...
Género: Acción


Sinopsis: Hace ocho años que Batman desapareció en la oscuridad, dejando de ser un héroe para convertirse en fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte de Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con la llegada de una astuta gata ladrona, que pretende llevar a cabo un misterioso plan. Sin embargo, mucho más peligrosa es la aparición en escena de Bane, un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad obligan a Bruce a regresar de su voluntario exilio.

Valoración personal: 9,75

Crítica: Nolan lo ha hecho. Hace ocho años cogió a un icono popular estancado en el marco gótico depresivo de Tim Burton, ridiculizado e infantilizado por Joel Schumacher, y le resucitó con una primera entrega modesta en cuanto a presupuesto y artilugios pero con unas pretensiones y una ambición elevadísimas en cuanto a calidad y entretenimiento. Después regresó a Gotham para reconfigurar el cine de superhéroes, y ahora cierra su saga dándole a su protagonista, no Batman, sino Bruce Wayne, el hombre sobre quien siempre ha girado todo el drama, la película que se merecía.


Si The Dark Knight era un puzzle minuciosamente reflexivo y con un grado de complejidad antes inimaginable en una película de justicieros encapuchados, su secuela es una batalla campal que acierta en describirnos la historia de Bruce Wayne como una odisea que necesariamente debe ser finalizada de manera épica, porque su cruzada no ha sido un simple choque contra la villanía, sino una guerra constante.


Vale que no tiene a un personaje tan absorbente como Joker, pero el conjunto de nuevos personajes es suficiente para no necesitarle y mantener el listón bien alto, y ese es quizá el gran mérito logrado. Selina Kyle es perfecta en su rol de felina sexy, divertida, atlética, tramposa e inteligente, interpretada por Anne Hethaway que, tal y como hizo Heath Ledger con su Joker ante la avalancha de críticas cuando fue elegido para ponerse el maquillaje del payaso, ha dado un zarpazo y un zas en toda la boca a todos los que dudaron de sus capacidades. Me huele además que compartirá galardones con Ledger cuando se acerquen los grandes premios del cine. Con el personaje de John Blake, llevado por Joseph Gordon-Levitt, Nolan ha hecho lo que lleva haciendo toda la saga con sus personajes a la hora de adaptarlos desde las viñetas al celulodide: coger todas sus etapas, extraer lo mejor de ellas y dejar que formen un nuevo concepto de tal personaje. Lo hizo con Batman y sus respectivos villanos en Begins, con Joker y Harvey Dent en TDK, y (ATENCIÓN SPOILER) ahora lo hace con Robin en esta parte. Por su parte, Tom Hardy hace lo que su personaje Bane pide: agresividad, asfixia y desmesura, y tiene tres momentos que por sí solos ya le dan galones como un gran antagonista: su puesta en escena en la escena inicial de los aviones, la brutal paliza que le da a Batman destrozándole, literalmente, y la magnífica secuencia en la que pone Gotham patas arriba. Buen personaje.


Una vez más, Nolan no se deja nada en el tintero y no repara en gastos. Las explosiones son reales, los miles de extras son reales, las acrobacias son reales,... Acierta por decantarse por IMAX y rechazar el 3D porque sabe que lo importante es la historia, sus personajes, y no deja que los escenarios y sus ambientes estén por encima de ellos en ningún momento sin privar al espectador de su magnificencia. La fotografía quizá sí que sea la mejor de toda la trilogía. Se explota ese formato IMAX con el que Wally Pfister, que ya va siendo hora de que alguien le de un reconocimiento en forma de estatuilla, hace virguerías y juguetea a su antojo. La narración usa más que nunca la elipsis para hacer avanzar la trama que se construye con un ritmo pausado que se vuelve frenético tras el punto medio, se aleja de clichés y adapta los contenidos al momento histórico actual, demostrando que su cine lo concibe para espectadores inteligentes que quieren ver algo más aparte de meros fuegos artificiales. Hans Zimmer reclama atención con la banda sonora y se deja llevar por la grandilocuencia que la película le pide. Para los más fanáticos del personaje en las viñetas: he babeado con las referencias a los pozos de Lázaro y a los episodios de "Tierra de nadie", introducidos con el tono realista al que ya se nos ha acostumbrado.


Poco más que valorar. ¿Mejor que TDK? No, pero superar a su antecesora no era un requisito, aparte de que intentar tal hazaña era misión suicida. TDK se sostiene por ella misma y sentó nuevas bases sobre las que el cine de superhéroes debe asentarse a partir de ahora. "Rises" simplemente se dedica a mantener esa línea y a terminar lo que se empezó en Begins de la manera más honesta posible. Nadie ha conseguido hacer nada parecido con ningún superhéroe antes. El aplauso al comenzar los títulos finales de crédito es de sobra merecido.


20 de julio de 2012

Un cero a la izquierda.

¿Queréis saber el verdadero problema de la izquierda en este puñetero país? Es bien simple:

- Yo soy más rojo que tú.

- ¡No, yo soy más rojo que tú!

- ¡¡No, yo soy más rojo porque mi padre corría delante de los grises!!

- ¿Tú que vas a ser rojo si tienes un móvil 3G?

- ¿Y tú que vas a ser rojo si eres funcionario y hasta ahora has vivido de puta madre?

- ¡Pues tú eres un vendido porque eres sindicalista!

- ¡Y tú eres anarquista, y los anarquistas nos metieron en una Guerra Civil!

- ¡Y a ti te gusta UPYD que no saben ni lo que quieren!

- ¡Y tú eres de IU que son unos cínicos!

- ¡Y tú votaste a Zapatero y el PSOE no es de izquierdas!

- ¡Pues la pelota es mía y me la subo a mi casa!

No sé si me he expresado con claridad.

Y mientras tanto, la derecha hace lo siguiente:

- ¡Viva España!

- ¡VIVA!

- ¿Tú a quién te tirarías antes: a Esperanza Aguirre o a Ana Botella?

- ¡YO ME LO MONTABA CON LAS DOS A LA VEZ!

- ¡CON DOS COJONES!

A éso sumémosle que todos estamos indignadísimos de la muerte que nos meamos encima y para expresar nuestra indignación:

a) Nos montamos una batukada. Vale, una batukada a la que van 800 mil personas que cantan muy fuerte "LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES". Pero que no deja de ser una jodida batukada.

b) Optamos por quedarnos en casa y seguir las manifestaciones - o batukadas, que no quiero entrar en guerras nominalistas - por internet.

c) Una diputada nos dice en las narices "que os jodan" y aliviamos nuestra frustración colgando un evento en Facebook en el que pone "No, que te jodan a ti". ¡CUIDAO!

d) Conseguimos hacer una manifestación de verdad, cojonuda, sin izquierdosos, ni hippies, ni batuka, ni mierdas varias, nos apoyan bomberos, incluso la propia policía (que no antidisturbios), conseguimos ponerles nerviosos, acojonarles,... y no le damos continuidad.

Ahora vamos a la parte en la que me pongo optimista sin dejar de ser crítico. Habiendo asistido a las últimas concentraciones contra los recortes, y habiéndome quedado sorprendido ya no por la cantidad de gente sino por el carácter que tenían, ya no de indignación e impotencia, sino de "hasta aquí hemos llegado", digo yo:

¿POR QUÉ COJONES NO EMPEZAMOS A MIRAR LAS COSAS QUE TENEMOS EN COMÚN, EMPEZAMOS A ANALIZAR NO LO QUE QUEREMOS Y QUE CREEMOS QUE ES MEJOR, SINO LO QUE NECESITAMOS PARA QUE LA COSA SE ENDERECE DE VERDAD PARA TODOS, LIMAMOS ASPEREZAS, DEJAMOS A UN LADO LO QUE NOS SEPARA, Y AVANZAMOS TODOS EN UNA MISMA DIRECCIÓN?

Que los malos de la película no son el sindicalista de tu empresa, ni el político de un partido pequeño que va de rojo pero luego no lo es tanto, ni los Bardém, ni el que está en el paro pero tiene tele de plasma en el salón, ni el funcionario que desayuna tres veces, ni siquiera Intereconomía. Todos esos simplemente son caraduras y lacayos, pero no son los malos.

Los malos son: el que evade impuestos, el que firma un ERE que afecta al 70% de los empleados de su empresa, el que dice que hay que apretarse el cinturón y se va de Safari mientras, la que tiene 9 coches oficiales y decide que hay que cerrar el metro a las 12 de la noche para ahorrar, el que recorta en educación y sanidad pero perdona impuestos a Iglesia, el que sube el IVA pero congela pensiones y desde luego no contempla aumentar el SMI, el que cuela a sus amigotes en empresas antes públicas y hoy privatizadas, el que criminaliza al parado y perdona al que defrauda a Hacienda, el que perdona a un político corrupto pero inhabilita a un juez que va a por los corruptos,...

Una vez liquidemos a los malos, vayamos a por los caraduras y discutamos sobre quien la tiene más grande. Pero todo a su debido tiempo, COJONES.

18 de julio de 2012

Réquiem por mi coche.

He perdido la virginidad en cuanto a quedarse tirado en el arcén de una carretera secundaria se refiere. Que yo iba tan tranquilo conduciendo camino al trabajo, con los Wolfmother a toda hostia en la radio, conmigo vociferando "New Moon Rising", feeling wild and free, y de repente dentro del motor sonó algo así como "ññiggggkkñaaajódetejjjkgjjjk", el coche se paró, y el cuadro de luces se convirtió en una puta discoteca. Mis dos reacciones inmediatas fueron gritar "JODER, JODER, JODER" y luego pensar "¡TOMA! ¡QUE HOY ME VOY A AHORRAR UNAS HORITAS DE TRABAJO!".

Una horita bien rica a la interperie, sin agua, desayunándome todo el solecito, sin aire, junto a unas yeseras y a un pueblo que recuerda a Silent Hill o a la Texas profunda, que me tiré esperando a la grúa, que le tuve que acabar guiando yo por teléfono tanto para llegar a donde me quedé como para ir al taller. Taller donde el tallerista (o mecánico, allá vosotros con vuestra mierda de lenguaje) me miró con cara de "con este me saco un sobresueldo" y después me dijo "van a ser 2000€". ¡Venga, chacho, que valor sentimental tiene, pero con ese dinero tengo tres coches como el mío! 

Sí, ahora subo fotos de cadáveres al blog.
La verdad es que esto de quedarme sin mi coche penita me da. Ha dejado un cadáver precioso, con el tensor de la correa partido, los pistones hechos puré y las valvulas reventadísimas,... ¡y eso lo he hecho yo solito! Ha sido un coche en el que me he encontrado cosas asombrosas, como un calcetín que no era mío en la parte trasera (¡ay, esa parte trasera!), con ambientador de bolitas en los ceniceros que parecía droga, que lo tenía con la cantidad de mierda suficiente como para decir que era mío, que pasaba la ITV con las luces de freno desconectadas, que tenía una alarma instalada sin que yo lo supiera y que se chupaba la batería, que tenía un neumático que había que meterle presión cada 15 días, que perdía aceite,... ¡Pero yo le quería!

Pero, ¡eh! Que yo salgo aliviado de esta experiencia, que me he puesto a hacer cuentas y casi que sin coche me hago rico, o por lo menos me llega para invertir en Nueva Rumasa o en Bankia. Que si me ahorro 800€ anuales de seguro (putos vampiros hijos de perra, os aprovechais de los jovencitos menores de 26 años con menos de 5 años de experiencia), que si me ahorro 25€ semanales de gasolina, los dos cambios de aceite anuales a 70€ cada uno, los 40€ de ITV, los 65€ de impuesto de matrícula, los 2€ de lavado mensual, más parquímetros, gastos puntuales,... Mira, que le den por culo al coche. Que eso de que da libertad es publicidad engañosa, que yo con ese dinero que me ahorro tengo para hacerme dos viajes, o para pagarme cómodamente los estudios, o para subirme a las torres esas tochas de Madrid y tirar billetes de 100€ desde ellas y ver cómo la gente se pelea por ellos.

Mi consejo: no os compréis un coche si con el transporte público os podéis apañar. Compráos un tren.

11 de julio de 2012

Dolor de muelas.

Soy de esas personas que tienen la fortuna de sufrir migrañas, pero este año han faltado a su habitual cita de junio. A cambio, me ha venido un dolor terrible de muelas. Yo le llamo cariñosamente migraña de muelas, porque echo tanto de menos esos dolores de cabeza y he compartido tantos momentos especiales con ellos que tenía que hacerles un homenaje o algo.

Pues bien. Llevo tres noches seguidas en las que no duermo porque a eso de las 2 de la madrugada me empiezan a palpitar la encía y la muela que intuyo la tengo picada. Me estoy drogando con el ibuprofeno para ver si me sirve de placebo, pero qué va, lo único que hace es dejarme es estado letárgico y amébico. Estos dolores son como el gobierno de Rajoy, que les pides piedad y clemencia y a cambio te dan un poquito más por culo para ver hasta dónde puedes aguantar. Claro, como el dolor es bucal, lo de comer o beber lo llevo un pelín mal. Mi vida actual es "los juegos del hambre" en el amplio sentido de la palabra.

Que podría ser inteligente e ir al dentista, que hay tres clínicas en mi barrio. Hay más dentistas que panaderías, vamos. Pero que eso no se paga solo. Que yo quiero ir, lo juro, y quiero con toda mi alma que me hagan un empaste, un desgarramiento de encía o un ataque nuclear al nervio, lo que sea que me alivie, pero es que no tengo un jodido euro, y morir de dolor es mucho más económico, mucho más poético y me permite el gustazo de estar quejándome todo el puñetero día.

Yo no sé qué es lo que he hecho mal, si me cepillo los dientes por puro placer rigurosamente después de cada comida, compro chicles sin azúcar y me enjuago con Listerine marca Hacendado sabor menta. Que lo único que me falta para salvaguardar del todo mi higiene bucal es rezar a la vírgen de las muelas. Estoy tan desesperado que gustosamente cambiaba yo este dolor por, yo que sé, halitosis.

Y mis experiencias con el dentista no son precisamente placenteras. Que una vez fui a dar los buenos días y me arrancaron los dos colmillos de leche. Es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo. Además luego te llenan la boca con algodones, y se te mezclan con la saliva y la sangre y la anestesia, y tu boca pasa a ser un chocho masturbado por una batidora. Rico, rico.

Y bueno, que creo que mi único día libre de la semana lo voy a amortizar en ir al dentista.