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7 de mayo de 2013

Horror Vacui.

¿Esperarías 20 minutos de cola para agarrar una pistola de agua y pasarte 2 minutos disparando a una pared? Bueno, en mi trabajo la gente lo hace y paga por eso. ¿Tiene sentido? Ninguno, y no deja de fascinarme. ¡Incluso se ríen mientras lo hacen! Insisto: dispararle agua a un muro. Vale, a un muro con fuego pintado. ¡Pero un puto muro! Reflexión: la gente no quiere diversión, quiere algo que le haga pensar que se está divirtiendo...¡aunque sea mentira! En serio, vivimos en la versión cutre de Matrix. O eso o la especie humana ha alcanzado cuotas de involución que harían llorar a Darwin.

Estas cosas absurdas me llaman mucho la atención. ¿No os ha pasado que observando a cierto grupo social al que admiráis desde fuera habéis tragado mierda para poder pertenecer a él? Aunque estéis fuera de lugar, aunque luego penséis "qué cojones hago yo aquí metido". Lo que importa es la foto, la experiencia que podrás contar a los demás, aunque sea una experiencia vacía. "Voy a empezar a hacer alpinismo." "¿Alpinismo? Paco, te recuerdo que hace seis meses que no despegas el culo del sofá y que los del Burguer King te tratan como cliente VIP." Tenemos ansias de pertenecer a la masa y de destacar como personas al mismo tiempo. Que es algo admirable, por cierto.

Nos ofuscamos en coleccionar recuerdos carentes de emociones, y la capacidad de poder contar al vecino una experiencia es superior a la misma experiencia. ¿Para qué admirar ese eclipse de sol que ocurre cada 1529 años siempre y cuando Venus esté en consonancia con Capricornio con tus propios ojos cuándo puedes sacar una cámara Full HD con 25 megapíxeles y visión nocturna que solo sabes usar en modo automático y hacerle una foto que nunca volverás a ver? Es más, ¿en algún momento te paraste a pensar en si el puñetero eclipse te importaba un pimiento?

Sustituir sensaciones vivas por sensaciones huecas. No acabo de entenderlo. A lo mejor el raro soy yo, que en la era de la comunicación sigue prefiriendo un polvo de los de toda la vida a enseñarle el negocio a otra persona a través de una webcam.

1 comentario:

Biónica dijo...

La vida se consume en la cola de cualquier hipermercado. Eso lo piensan las viejas que se cuelan.

No saben nada ellas ni ná.