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22 de marzo de 2012

Breve historia de Espain.

Lo primero que se sabe de la civilización hispánica es que se dedicaron a hacer graffitis en las cuevas de Altamira, que a los estudiosos les gusta llamarlo pinturas rupestres, pero vamos, que yo hago dibujitos de esos en las paredes de mi barrio y me acusan de vandalismo. Me da la esperanza de que dentro de 15000 años se encuentren mis dibujitos de pollas sonrientes y los cuelguen en un museo. Ya teníamos a un Fraga pubescente y los españoles, que aún no se les llamaba así, eran felices, todo el día en pelotas, comiendo mamuts, follando, muriendo destripados por algún depredador de la zona,... Luego ya se vino todo a peor.

Vinieron varias civilizaciones foráneas a asentarse, a educarnos, a dotarnos de un idioma, una cultura, y cosas por el estilo. Pero vamos, que lo dejaron todo hecho una mierda, lleno de rocas mal puestas unas encima de las otras. Que ya estará el listo de turno para decirme: no, es que esto era un teatro. Una mierda, eso es lo que es. Yo hago esto en mi casa y mi madre me da la escoba y me dice que hasta que no quede ni rastro no me da el bocata de nutella. Godos, visigodos, vikingos, griegos, romanos, alienígenas, y algunos alemanes en Mallorca dejaron su rastro en nuestra tierra. Nace la duquesa de Alba, y hay escritos que dicen que por entonces sabía hablar bien, lo cual refuerza mi hipótesis de que a esta mujer lo que le ocurre es que no se ha acostumbrado a la evolución del latín al castellano.

Luego vinieron los moros y nos dieron bien por el culo. Se juntan con rumanos e introducen el gen gitano andaluz, nos hacen llegar las matemáticas y la Quo, y Al Qaeda monta una cúpula en Toledo. Pero por entonces el presupuesto no daba para mucho, así que se dejaron las AK-47 en sus tierras, y claro, por el norte peninsular resistía un grupo de etarras encabronados liderados por un tal Pelayo, y dijeron que "para cojones los nuestros, moros mierda". Y luego Colón le enseñó un huevo a Isabel la Católica para convencerle de que la Tierra era redonda. Que direis: menuda gilipollez. Pues resulta que el cabrón llevaba razón y era redonda. Y ya sabeis, descubrió a los sudamericanos, que por entonces ya trabajaban como operadores del 1004. Y se montó la de dios con esta gente, a la que estaba filmando Mel Gibson para hacer Apocalypto. Esto en pleno siglo XV resultó muy chocante. Bueno, Mel Gibson continúa siendo chocante hoy en día.

Luego no me acuerdo de que pasó. Creo que Juana la Loca se volvió loca, y se casó con Felipe el Hermoso, que lo de hermoso no sé de dónde lo sacarían. Se publica un best-seller de un viejo que mata molinos y los Austrias se van a tomar por culo porque Carlos II el Hechizado no sabía meterla. Y llegaron los Borbones. A Fraga se le cae el último diente de leche.

Y con los Borbones, que además de feos nacían gilipollas porque se follaban entre ellos, esto se fue a la mierda ya del todo. Perdemos la hostia de territorios, la Armada Invencible resulta que no aguanta tres ventiscas de mierda, Alatriste da para una saga de libros, se pintan cuadros bonitos, Goya se beneficia a la duquesa de Alba, y los franceses le dicen a Carlos IV que "déjanos pasar por tu país que vamos a por los portugueses", y luego dijeron "pues ya que estamos, nos quedamos". Y los españoles, que para estas cosas somos muy nuestros, dijimos que los gabachos a mamarla. Claro, los gabachos se quedaron en plan "pardiéz" preguntándose cómo preferíamos al hijo de puta de Fernando VII como rey. Y claro, nosotros, con dos cojones, les soltamos: "sí, hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta".

Y después las cosas se suceden así: se hace una Constitución, el rey la manda a la mierda, se levanta el pueblo, los antidisturbios de por entonces hacen su labor, se procalaman un par de Repúblicas, como no gustan se proclama una Guerra Civil, un enano calvo se hace con el poder durante unos 50 años, Fraga se hace mayor, un señor con bigote casado con una yegua nos mete en una guerra, los obreros se creen nuevos ricos, la Infanta Elena aprende a sumar, Iniesta se hace imagen promocional de unos helados, Alejandro Sanz vende mierdas a 30€, Belén Esteban culturiza a las nuevas generaciones, el 15M junta a gente encabronada, y los chinos nos invaden. Fin.

17 de marzo de 2012

Lenguaje sexista mis cojones.

A ver, jóvenes y jóvenas, lo de feminizar absolutamente todo me toca los cojones y las cojonas. Que es un discurso o discursa que queda precios@, pero que no, que el problema, o problemo, en cuanto y en cuanta al supuesto machismo del lenguaje está mal enfocado.

Me jode que yo diga una inocente frase como "hola, chicos, qué tal" y ya salte la o el papista de turno recriminándome que hay chicas por medio y que debería decir "hola, chicos y chicas, qué tal". Y si es por escrito, "hola, chicxs", u "hola chic@s". Mira, me quitais la vida. El problema está en vuestra jodida cabeza, que veis atisbos de sexismo everywhere. Joder, que el género neutro existe, y si no estudiaos un puto manual de raíces del lenguaje y de cómo el castellano proviene de lenguas declinables cuyo género neutro coincidía en forma con el masculino, pero con diferentes conceptos. Que yo pluralice usando ese género neutro coincidente en forma con el masculino no significa que esté usando un lenguaje sexista, simplemente estoy utilizando el lenguaje de la manera más útil, fácil, correcta y accesible que me es posible. ¡COÑO!

Y si no mirad el inglés. Si nos ponemos en vuestro plan, es un idioma completamente sexista, porque todo se dice en masculino. ¡TODO! Los ingleses no se molestarosn en crear otra forma para el femenino. Pero resulta que el femenino sí que existe en el inglés. Una palabra en inglés recibe género según el contexto en el que esté integrada. ¡Y no pasa nada! Por algo es el idioma universal, por ser tan accesible y sencillo de usar. ¡Pues cuando pluralizamos en castellano, ocurre lo mismo! ¿No es cojonudo?

En vez de poneros papistas con eso, centraos en el verdadero problema, que es el sexismo intrínseco que aún está muy presente en la cultura, no en el lenguaje. Porque el lenguaje, al fin y al cabo, se trata de una serie de conceptos interpretables según el contexto. El problema no está en cómo hablamos, sino en qué asimilamos. Y las conductas que seguimos viendo válidas o no según a qué género pertenezcas. El niño que juega con una Barbie es marica, la niña que juega al fútbol, una marimacho, el hombre que plancha está afeminado y la mujer que levanta los pies mientras el otro friega lleva los pantalones en casa, el marica tiene que tener pluma sí o sí, la bollera tiene que ser un camionero con peinado de etarra, si estás gordo la tienes pequeña y si te quitas las gafas pasas de ser Clark Kent a ser Superman... ¡y nadie lo nota!

Esperad, que me he liado.

Pues eso, que dejad de mamar con este asunto, porfa, que están muriendo gatitos.