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27 de febrero de 2013

La caja sorpresa.

Hoy prometo escribir bonito, si alguno nota que que me pongo excesivo que me frene. Yo soy consciente de que hablo mucho de mí, es más, creo que la mayoría del tiempo hablo de mí. Siempre estoy YO esto, YO lo otro, YO aquello... No lo puedo evitar como la mente preparada, capacitada y superior envuelta en un bello e higiénico cuerpo que soy. Pero que yo iba a hablar bonito, nada de egos por hoy.

Resulta que hace poco, como hace poco que anuncié, fue mi cumpleaños. Por cierto, preciosas y emotivas las felicitaciones vía facebook de todos aquellos que ya no se volverán a acordar de mí hasta el próximo cumpleaños. Como iba diciendo, cumplí años, y el caso es que no soy una persona muy dada a excederme en celebraciones. Bueno, hubo un año que lo celebré como siete veces, la primera una semana antes de la fecha exacta y la última se me juntó con la celebración de navidad. Y mis amigos tampoco son dotados a hacerme grandes regalos o sorpresas. A ellos siempre les ha gustado más tirarme de las orejas hasta dejármelas como filetes, emborracharme hasta meterme en situaciones comprometidas con agencias matrimoniales o llevarme a caros restaurantes franceses que exponen en su interior galerías de reconocidos y exclusivistas artistas vanguardistas.

Quizá esté exagerando un poco.

Ahora me pondré en modo "todo lo que vas a leer a continuación es verdad, y como es verdad, es bonito". Había quedado con mi novio para ir a patinar sobre hielo, que al final no quedamos para eso, sino para dar una vuelta en plan dar envidia y hacer llorar de su propia desgracia a la gente soltera. Y llovía. Llovía mucho. Llovía como si Noé estuviera coleccionando parejas de animales para meterles en un barco. Fui a esperarle a la parada de metro que le pilla cerca de casa. A mi novio, no a Noé. Esperé hasta el punto de que los trabajadores empezaron a dudar de si era vigilante de seguridad. Como soy muy cuqui, le mandé un mensaje de WhatsApp con el dibujito del caracol. Y apareció al rato. No solo apareció, sino que lo hizo detrás de una caja del tamaño de una isla griega escala 1:1, envuelta en papel de regalo, y yo tuve que volver a mi casa para cambiarme los calzoncillos. A mi regreso, nos fuimos a Parque Oeste.

Una vez allí, mojados (por la lluvia, se entiende) y sin que me dejara abrir el paquete, nos metimos en el Alcampo, el más grande de España, por cierto, y después de recorrerlo dos veces, me hizo salir para comprar "algo" y esperarle junto a una floristería donde vendían plantas carnívoras. Que era curioso porque las metías el dedo en la boca y no hacían nada. No había visto bichos más sosos desde que un amigo se compró un camaleón. Y mi novio se fue con la caja y regresó al rato. ¿Podía abrir ya la caja? ¡No, te esperas!

El lugar que escogió para abrir la caja fue un McDonalds lleno de niños. Varios de ellos sufrieron traumatismos craneales y hemorragias internas...dentro de mi cabeza. Y llegó el momento de abrir el paquete...sosteniendo un helado de nata en una mano...y con él grabándome y diciéndome cosas bellas (próximamente en Youtube). ¿Y qué había dentro? Tiras, y tiras, y tiras, y tiras, y más tiras de periódico. Y aún más tiras de periódico. Que me pusiera a buscar, me dijo. Y yo, claro, me emociono con estas cosas como cuando viene Papá Noel, y no sé por dónde empezar, se me enervan las neuronas, e hiperventilé. Cuando consiguieron reanimarme, empecé a buscar ya más calmado. Y lo bonito, porque yo venía a escribir bonito, del asunto era que cada regalo significaba algo que le gustaba de mí. ¿No es para comérselo? A saber: un póster de Joker y otro de Frankenweenie; chapitas de El Hobbit; dos cómics de Fullmetal Alchemist; una taza de twitter; una pulsera republicana; un sándwich de crema de cacahuete acompañado de Nestea (que lo compró en Alcampo junto al pan, ese era el gran misterio); una palestina (el pañuelo del cuello, no una señora nacida en Palestina); la película "La historia interminable"; y, ojo, un colgante de la llave espada de Kingdom Hearts ¡que era suyo! Insisto, ¿no es para comérselo, para abrazarle, quererle y chuparle la...sangre? ¡HE DICHO SANGRE!

Pues ya he escrito mi post bonito, acerca de mi cosa sucedida recientemente de interés popular, y he presumido un poco. El resto de la historia no es de vuestra incumbencia.

21 de febrero de 2013

Mis cástings: Final Fantasy VIII

Siempre he tenido sueños húmedos con ver la octava entrega de la mítica franquicia de Squaresoft convertida en saga cinematográfica, y como veo que nadie se va a molestar en llevarla a cabo, pues he decidido poner cara de carne y hueso a los personajes.


En mi mente tendría forma de trilogía: la primera parte iría desde el comienzo del juego hasta que Squall se enfrenta por primera vez a Edea en Galbadia y él y sus compañeros son derrotados; la segunda parte abarcaría desde la Prisión del Distrito D y la fuga de los protagonistas hasta la batalla entre los jardines de Balamb y de Galbadia; y la tercera recorrería el resto del juego, la trama de las brujas, el viaje a la luna, y el castillo de Artemisa.

El cásting sería el siguiente:

  • Squall: Aaron Johnson.
Es un héroe taciturno y esquivo, miembro de la brigada SeeD, de actitud retraída e insociable, da la impresión de ser un individuo egocéntrico e incapaz de trabajar en equipo, detesta que se metan en sus asuntos y se le puede describir como un lobo solitario, pero que llega a ser el Comandante del Jardín de Balamb.


* Hago un inciso: el Squall perfecto sería River Phoenix a principios de los 90.

  • Rinoa: Camilla Belle.
Líder de los Búhos del Bosque, conoció a Squall y los demás al contratar sus servicios para dar un golpe contra el presidente de Galbadia, una chica muy optimista. La bruja Edea le transmite sus poderes ya que Rinoa era la mujer con más capacidad mágica cerca de ella.

  • Seifer: Alex Pettyfer.
Es el rival de Squall, al principio podríamos decir que es de los buenos, ya que es el jefe del grupo de Squall para ir a luchar a Dollet, pero empieza a trabajar para Edea, convirtiéndose en su caballero.

  • Quistis: Emma Stone.
Es la profesora más jóven del Jardín de Balamb; siente algo por Squall y se lo dice siempre, lo hostiga y le propone en muchas ocasiones ser su novia, aunque a veces se considera su hermana mayor. A lo largo de la historia descubrirá cuáles son sus sentimientos.

  • Zell: Jeremy Sumpter.
Es un SeeD graduado del Jardín de Balamb. Vive en Balamb con su madre. Aparece por primera vez cuando se disponen a ir a luchar a Dollet, en el grupo de Squall y Seifer.

  • Selphie: Emma Watson.
Estudiante de intercambio del Jardín de Trabia, se gradúa de SeeD en Balamb; es una chica extremadamente alegre y algo entrometida. Aparece por primera vez en Dollet, como emisaria, pero se une al grupo tras la marcha de Seifer.

  • Irvine: Thomas Dekker.
Especie de SeeD del Jardín de Galbadia, ya que en ese jardín no se forman SeeDs, un experto tirador, obsesionado con las mujeres. Se une al grupo durante la visita al Jardín de Galbadia para la misión de asesinar a Edea.

  • Laguna:  Johnny Depp.
Personaje que se aparece durante los sueños de Squall. Más adelante demuestra tener su papel importante en la historia, fue él quien encerró a la bruja Adel durante la llamada "guerra de la bruja". Es el presidente de Esthar, y se descubre que es el padre de Squall.

  • Edea: Angelina Jolie.
La bruja que pone las cosas difíciles en la primera mitad de la historia, pero después se descubre que sólo está siendo controlada por Artemisa. Esposa del director Kramer, y una muy buena aliada más adelante. Es la madre adoptiva de todo el equipo menos de Rinoa.

  • Artemisa: Tilda Swinton.
Es el enemigo principal de la historia. Es una bruja del futuro, que en el inicio controla a Edea Kramer. Su objetivo es comprimir el tiempo para dominar el mundo.

17 de febrero de 2013

Yai!!! I'm 25!!!

Voy a hacer un Beatriz Talegón, o sea, defenderme de lo indefendible. Quiero defenderme de aquella gente que me está acusando de cumplir una edad que no se corresponde ni con mi físico, ni con mi subnormalidad ni con mi adolescencia perpetua. Si todos renegamos de nuestra foto del DNI, pues yo voy un paso más allá y reniego de mi fecha de nacimiento también.

A todo esto, hoy es el cumpleaños de Michael Jordan. Y el mío también.

Yai!!! I'm 25!!!
Pero el caso es que, no sé si os habré contado un oscuro secreto de mi pasado que puede despejar muchas dudas. Estuve criogenizado durante 6 años. Eso no solo pausó mi biorritmo, sino que además, una vez devuelto a mi estado natural, se deceleró. Soy algo así como Aragorn, que al tener en su sangre parte élfica y de los antiguos hombres, pues tiene 80 años y ahí le tenéis al hombre, cuanto más sucio más atractivo. Y aparentando la mitad de edad, también. Pues yo más o menos igual. Por cierto, saludos de Walt Disney, que dice que ya si eso sale de su cápsula para cuando cancelen Disney Channel, que ha oído malos comentarios de ella y no le apetece corroborarlos.

Y bueno, ya sabéis que por las noches me dedico a salvar el mundo, pero hasta ahora lo había hecho sin superpoderes. Cuando empiece a ser consciente de ellos (ojalá multiplicar dinero), os iré contando.

Y estuve ayer celebrándolo un poco. Fue la primera vez en mi vida en que CASI gano una partida de bolos. Y no es que me dejaran ganar, no, que casi llego a los 100 puntos, cosa meritoria en alguien que suele quedarse en 60.

P.D.: Como este es un post sin fuste ni fuelle, aprovecho para decir una cosa de la Talegón, la chiquilla esta del PSOE. A ver, que sí, que puede manifestarse y ser crítica con su partido. Igual que me pareció fatal cuando a Cayo Lara se le zarandeó durante el 15M, lo mismo me parece ahora con ella. Pero hermosa, que cuando tu partido abrió juzgados para acelerar desahucios ni tú ni ningún jóven "socialista" salisteis a dar la cara para recriminárselo a tus mayores. Sí, te estoy llamando oportunista, por muy buenas que sean tus intenciones.

P.D.D.: Es mi cumpleaños, regaladme followers, una cuenta premium de favstar y el historial del mis tweets, que yo aún no puedo acceder a él. Gracias.

12 de febrero de 2013

Querida raza aria.

Se le ve el pirindolo: ji ji ji ji
Queridos seres humanos, o lo que seáis: chupadme el pito. Sé que no es una buena forma de empezar el post, pero es que hay días en que odio con todo mi ser a la raza humana. Y mira que no soy ni ecologista, ni pertenezco a ninguna ONG, ni soy vegetariano, ni hippie, ni voy a los concursos de misses a decir que mi mayor deseo es la paz mundial, aunque tampoco soy abogado de la práctica de los genocidios. Pero todo eso no quita que tenga arcadas con vosotros.

Como el mundo es inmenso, centraré mi odio en España, así, un país elegido a dedo y porque me viene fenomenal. Entre las muchas actividades deleznables que el ser humano realiza y que son toleradas por el propio ser humano, por sus santos cojones, está la tortura animal. ¿Que por qué? Porque es un bien cultural, dicen. Me refiero a la tauromaquia, la cual no solo toleramos sino que además subvencionamos, como si los toreros fuesen a ir a los Goya. Encima, mi amado, querido e idolatrado Toni Cantó, que es un señor que cuando yo era pequeño salía en la tele recibiendo collejas y que hoy ocupa asiento en el Congreso de los Diputados, suelta por su preciosa boca: "los animales no tienen derecho a la vida ni a la libertad." Ole, torero, picha brava, tus cojones colganderos. Eso para defender esa bonita tradición practicada en España, la tauromaquia. Lo cual, me lleva a pensar, que él mismo se acaba de quitar esos derechos y libertades de los que tanto le gusta hablar, pero ese es otro tema.

Permitidme ponerme un poco en plan rollo Gandhi. Yo a veces me pongo metafísico (y eso que no me drogo) y pienso acerca de la vida (de la vida en plan "La vida"). Y pienso que nuestra existencia y el espacio que habitamos, los recursos que consumimos, todo aquello con lo que interactuamos, no nos pertenece, sino que son entes prestados. Y que somos tan "ole nuestra picha" que nos hemos erigido como raza superior. ¿Que por qué? Porque podemos. Eso sí, que no nos enfrenten a un Tiranosaurio, a un tiburón blanco, a un toro que no esté en medio de una plaza, desorientado y drogado. Nosotros llegamos, nos tiramos unos 80 años haciendo mierdas de mayor o menor interés, y después nos morimos. Ya está. No somos nada más que eso. Entonces, ¿por qué nos empeñamos en apoderarnos de todo? ¿Por qué nos empeñamos en apoderarnos de la verdad absoluta, o de la justicia absoluta? Voy más allá: ¿por qué nos empeñamos en estar por encima de otros seres vivos con los que cohabitamos?

Hay una palabra que odio casi tanto como a Toni Cantó: tolerancia. Tolerar algo o a alguien automáticamente hace que te coloques por encima de eso a lo que te refieres. Como si tuvieses una superioridad moral o algo por el estilo. No es tolerar, sino convivir lo que hay que lograr, estando en el mismo nivel. No es lícito para nuestra especie, y nos denigra como tal, torturar a otra especie por simple regocijo, o devastar bosques por la simple explotación de ese terreno para fines lucrativos, o verter nuestros residuos de manera irresponsable en algún lugar donde a nosotros no nos moleste. Y así, cientos de ejemplos.

Por último: he puesto como ejemplo España porque es donde vivo y porque aún no tengo noticia de ningún país donde las cosas se hagan de manera más chapucera, tanto por parte de los sucesivos gobiernos como de los gobernados, actualmente. Quizá Italia. O México. Pero cuando la masa, en general, es así de subnormal, y se deja arrastrar con tan suma facilidad, mi asco, mi grima, mi repulsión y mis náuseas van hacia todo el puto género humano, incluídos los judíos, las mujeres y los niños. Sobre todo los niños, qué patada en la boca que tienen, casi tan grande como la que tiene Toni Cantó.

6 de febrero de 2013

Los guiones que no eran escritos por un guionista.

¡Los guionistas existimos! Y tras este alarmante toque de atención, expondré mi drama. Resulta que estoy metido en varios proyectos, algunos de ellos para la propia escuela en la que hago la carrera (cinematografía, especialidad de guion, para los que no tenéis la grata fortuna de conocerme desde tiempos inmemoriales), otros son encargos de profesores, y otros para gente de fuera. Todos ellos gratis. Faltaría más, un guionista cobrando y pudiendo comer por lo que escribe, habrase visto.

Empiezo por el guion para una serie que nos ha encargado la escuela. Resulta que todos los años hacen una serie para internet, pero este año, por fallo de gestión (Universidad Rey Juán Carlos I, te adoro), la serie que se está grabando no la hemos escrito los de guion. Así que para que no protestemos demasiado nos ha encargado escribir algo para que se realice el año que viene, cuando ya no estemos nosotros y básicamente puedan hacer lo que les salga de la polla con ello. Alegría. Pues bueno, en menos de dos meses, porque encima nos han dado plazo, hemos conseguido escribirles 12 capítulos de algo medio decente, y digo decente porque alguna ocurrencia ingeniosa tienen. Para que os hagais una idea, desde "Yo soy Bea" no había visto conflictos y personajes de tan magno calado.

Me sumerjo en el guion que estoy escribiendo para un director. Resulta que el tipo tenía una idea sobre unos amantes inmersos en el mundo de la heroína, con el protagonista enfermo terminal y ocultándoselo a la tipa, y él quería que ese amor fuera eterno, magnánimo. Lo primero que le dije es que se había cargado todos los conflictos interesantes de un plumazo, así que cogí la idea que tenía, con esos mismos personajes, y le di una vuelta de tuerca y saqué un pequeño reverso siniestro al asunto, respetando lo del amor eterno, el cual solo es posible llevar a cabo si alguno de ellos muere, a no ser que quiera "Pretty Woman" pero con drogas. Aproveché la enfermedad del tipo para cargármelo en la última escena, es la esencia de la tragedia, que alguien muera y te deje jodido. Hice que estos personajes se conocieran ayudándole él a ella a pincharse, y que la última escena ocurriera a la inversa, y con él dejándose morir, todo eso después de algunos reversos. Es una historia pequeña, pero que le había metido cosas interesantes. Me lo reconoció el director, supo verle el jugo que le había sacado. Otras dos personas, una de ellas guionista profesional, vieron cosas muy buenas en ese guion. Solo me quedaba mejorarle los diálogos cuando, de repente, el director me envía un correo diciendo que se le había ido la cabeza (con esas putas palabras, flipado de la vida) y que había reescrito todo porque mi versión tenía poco de lo que él quería transmitir. ¿Qué cojones me estás contado, pollo? ¡Tío, te he dado un guion bastante bueno de algo que a priori no daba para nada! E impresionante el tamaño de tu bolsa escrotal al desecharlo e insistir en convertirlo en una historia con más filtros que un cuento llevado a película animada por Disney.

Y remato con otro problema con los que se especializan en dirección en la escuela. Resulta que nosotros les ofrecimos ayuda para escribir sus guiones de sus proyectos finales. Desde entonces, hemos oído grillos cada vez que les preguntábamos por ello. Hoy hemos tenido el infortunio de leer las versiones finales de los guiones que van a dirigir. Pregunta: dentro de la escala social qué va por debajo, ¿la mierda o la basura? Para saber dónde colocar tales esperpentos narrativos. No solo son historias que solo les importan a quienes las han escrito y que nadie tendría el menor interés en prestarles atención, sino que están escritas en coloquio de niños de ESO. Y el caso es que alguna idea buena había, la cual cogida por alguien que sabe de guion podría haberle sacado mucho provecho. Pero el ego de estas personas y sus ansias por contarlo, dirigirlo, interpretarlo y montarlo todo ellos es insaciable. Así salen las mierdas que salen.

¿Os sabéis la historia de que el cine español es malo? Pues ya sabéis más o menos cómo se mueven las cosas. Las películas terminan siendo historias que a nadie le interesan, pero en las que el director vierte su alma. Pues muy bien, hermoso, para ti y para tus tres amigos gafapastas que vean algo en ello.