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26 de septiembre de 2012

Mi 25-S

Llegué a Neptuno a eso de las 17.30 acompañado de un par de amigos. Había estado todo el día anterior y toda esa misma mañana debatiéndome sobre si asistir o no, porque intuía que la cosa iba a estar fea de narices, y desgraciadamente no me equivocaba. Cuando llegué, toda la plaza y las calles colindantes estaban ya a rebosar, apenas se podía caminar y avanzar entre la gente.

Lo primero que noté es que no había un ambiente más o menos de júbilo como en otras manifestaciones a las que había asistido, se notaba una calma tensa y mucha rabia contenida. Cuando me quise dar cuenta, me encontraba a apenas 20 metros del cerco policial que separaba a la multitud de la subida al Congreso. Mis amigos querían seguir avanzando; yo no, ni loco, ya veía bastante bien el panorama, a los antidisturbios montados, con varios furgones apoyándoles y con espumita en la boca. Y me entró una sensación extraña, la de querer irme, la de no querer estar ahí, pero de obligarme a mí mismo a hacerlo, por cojones. Ya podía haber nacido pijo y progre, o nieto de Aznar, y ahorrarme estas mierdas, coño.

Un par de amigos más llegaron después y tuve que salir del montón y meterme en otro montón para poder localizarles. En esos 20 minutos entre que fuí a recogerles y regresé, los ánimos ya se habían encendido bastante. No pasaron 10 minutos desde mi regreso a la avanzadilla (quién coño me mandaba a mí) cuando ocurrió la primera carga. Vale, empecé a acojonarme. Maldije haberme puesto uno de mis boxers caros, los de follar, porque iban a acabar sucios. Hicimos dos o tres sentadas, y yo diciéndome por dentro "con lo bien que estabas en casa, rico, porqué te tienes que meter en estas movidas". Poco después, una segunda carga en mis narices. No sé ni lo que vi porque la confusión y el ajetreo hacían que me centrara más en seguir buscando una vía de escape que en fijarme en si un gorila me perseguía con una porra. Cagado, nenes. No me lo pensé. Agarré a dos de mis amigos, a los otros que querían permanecer en primera línea les avisé que cuidadito, y me los llevé para atrás, a una zona más segura. Apenas habían pasado las 18.00, o sea, la hora a la que estaba programado el inicio de la manifestación.

Durante la próxima hora, tensión, espera, risas nerviosas, algún chiste entre la gente para calmar los nervios (varias personas a mi alrededor se rieron a pleno pulmón cuando me dió por gritar "Aguirre, dimisión"). Aplausos al tipo que se subió al techo de una parada de bus y luego el pobre no era capaz de bajar. Varios tipos haciendo negocio vendiendo cerveza a 2€ la lata (me imaginé una cosa tan absurda como a Tejero entrando en el Congreso, gritando "quieto todo el mundo", mientras un chino incordiaba a los diputados con el reclamo de "celveza, celveza").

Después ya no hubo lugar para bromas. Una nueva carga, esta vez me pillaba un poco más lejos, pero bastante más potente. Los portadores de banderas rojas, encapuchados, habían comenzado a provocar a los prodisturbios. Luego por imágenes sacadas, se demuestra que esos provocadores eran infiltrados. Qué raro. Me empecé a preocupar por los amigos que se habían quedado por delante. Sobre las 20.00 me dije que para casa, que eso no iba a acabar nada bien.

Subiendo el paseo del Prado, varios furgones tomaban posición. Viendo que ya habían tapado las dos de las salidas de Neptuno, ¿iban a tapar esa casi exclusiva vía de escape? La encerrona que iban a provocar iba a ser pequeña. El paseo también estaba repleto de gente. Me quedé ahí un rato, pensando en que eso iba a parecerse a un culo después de dos semanas sin cagar. Estaba ya sin mis amigos. De dos de ellos me había más o menos despedido, y a los otros dos les había perdido. Hice varias llamadas y no contestaban. Y yo con tendencia a sufrir agorafobia. Tras unos 15 minutos, veo que las cargas han invadido Neptuno, y llegan a donde estoy. Y yo sólo, escuchando de cerca los disparos. Divertidísimo.

Qué alivio al llegar a Atocha, comprarme un pendiente que se me antojó en uno de los puestos (es que soy marica), y coger el tren. Pude localizar a mis amigos perdidos, que estaban bien. Como una puta cabra, pero estaban bien.

Ya en casa, lo que todos pudimos ver por internet (porque por TV podías elegir entre "españoles en Taiwán" o Jorge Javier Vázquez). Vídeos de las cargas, de cómo fueron los prodisturbios los que comenzaron las peleas, de cómo uno de ellos recibió por él y por todos sus compañeros (el vídeo del año, nenes), de heridos, la noticia sin confirmar de un posible herido de médula (que creo que al final no ha sido así), de que un sindicalista policial por twitter demostraba estar a la altura psíquica del resto de sus compañeros ("LEÑA Y PUNTO", frase lapidaria), de que desde el gobierno (sí, con minúscula, igual que la palabra rey) estimaban 6000 manifestantes (espera que me quedo sin aliento para poder reírme),... Y lo que más miedo me dio, y eso que ya estaba en casa: antidisturbios jugando al pilla pilla por la estación de Atocha y por los propios andenes, disparando sus pelotas de goma, con gente normal que va ahí a coger el tren. Inteligencia y sensatez, bravo.

Y ahora, ¿qué? Pues parece ser que hoy se regresa. Una segunda oportunidad para acabar con la cabeza abierta, para que luego digan que España es un país sin oportunidades. Y que nadie me diga que no se ha logrado nada: se han mostrado ellos mismos al mundo, una vez más. Son incapaces, inútiles, no saben solventar una situación que ya no agrada a nadie. No me refiero a los gorilas uniformados y sin identificar, que también. Me refiero a la chusma que tenemos por gobernantes. Y el mundo entero lo sabe. Otra cosa es que el mundo quiera salvarnos de ellos. Como no lo va a hacer, tendremos que arreglar la situación desde dentro. Y posiblemente esta sea una de las pocas formas que hay de hacerlo.

24 de septiembre de 2012

El odio.

 
Título original: La Haine.
Director: Mathieu Kassovitz.
Nacionalidad: Francia
Duración: 95'
Año: 1995
Reparto: Vincent Cassel, Hubert Koundé, Saïd Taghmaoui,...
Género: Drama
 
 
Sinopsis: Un grupo de habitantes de un barrio marginal de los alrededores de París, sin más problemas que el despertarse una mañana en estado de sitio. Los jóvenes del barrio de Les Muguets han pasado toda la noche luchando contra la policía porque un chaval de 16 años se encuentra a las puertas de la muerte después de haber sido brutalmente golpeado durante un interrogatorio. Entre estos jóvenes ciegos de odio se encuentran tres: Hubert, Saïd y Vinz, que juntos vivirán el día más importante de su vida.
 
Valoración personal: 8,25
 
Crítica: Una de las cosas que más me fascina del cine francés es su capacidad de hacer retratos sociales duros y críticos sin morderse la lengua, con visión documental sin apartarse nunca de la ficción propia del cine. "El odio" es el mayor ejemplo de ello. Es una de las mejores películas europeas de los 90, se ha convertido en película de culto por méritos propios, está impregnada de la reputación y credibilidad hacia cualquier relato fílmico que confiere la buena utilización de la fotografía en blanco y negro, y además posee descaro y atrevimiento.


Acentúa el realismo con marcadas interpretaciones de actores nóveles (algunos de ellos vivían en esos barrios marginales que sirven de escenario en la película), encabezados por un entonces desconocido Vincent Cassel, por cuya sobreactuación contenida siempre he sentido simpatía. Los tres protagonistas simbolizan el odio (Vince), la razón (Hubert) y la indiferencia (Saïd), desencadenando enfrentamientos entre ellos (como la escena del baño donde todo el equipo se gusta a sí mismo) bastante lucidos. Las desventuras de estos personajes describen el fenómeno "swarming" como ninguna otra película que haya visto.


Aparte, invita a la reflexión y no se desborda a la hora de entrar en el campo pedagógico. La película resta importancia a dónde van a acabar los personajes ni hacia dónde se encaminan, sino que según avanza en el relato reta al espectador a descubrir dónde y cómo comenzaron sus idas y venidas, de dónde surge tanta violencia. 


La superficie del relato la copan los recursos de cámara efectistas, los diálogos ácidos con un lenguaje soez a más no poder, con la sorpresa de un guion que no permite ver fisuras, y su capacidad predictiva. Desde luego es una película dura en su justa medida, con una planificación casi de sucesión de sketches, y con un delirio que se agradece.

19 de septiembre de 2012

Desvaríos sobre Barcelona.

Lo primero de todo para que no se me olvide: he estado recibiendo mongoreplyes vía twitter por culpa de mis espeluznantes tweets políticamente incorrectos en los que se me acusa de: racista, machista, de tener escondido en mi casa a Bin Laden, de conspirar para matar a JFK, e incluso de homófobo. Dos cositas (a los mongoreplyes, que vosotros, seguidores míos, sois unos corazones del tamaño del falo de Anne Igartiburu):

  1. Relajáos, hermosos.
  2. Hay una cosa llamada sarcasmo, que bien os la podéis meter por el culo y darle dos menéos. Juntos, podemos lograr que dejéis de ser tan cortitos.
Entremos en materia.

Acabo de regresar de Barcelona, que es una ciudad que la hizo popular Freddie Mercury dedicándole una canción que seguramente no hayáis escuchado porque es de gente muy exclusiva. La gente que opositamos para superhéroe somos así, necesitamos viajar, aunque sea poquito. Menos a los que les pica una araña radiactiva, esos ya tienen la vida resuelta. Pero los que nos tenemos que sacar la carrera por méritos propios, viajamos. Bruce Wayne se fue al Himalaya; Tony Stark a Iraq; yo a Barcelona.

El viaje comenzó tal que así:

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246576417947652097

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246579633221414912

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246581759414771712

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246583944957550592

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246584606017601536

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246585565049393152

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246586695116521473

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246591292396687360

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246592687493496832

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246593033146085376

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246595235440914432

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246601442838855680

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246602413446950914

Sí, ahora ya sé cómo se cambia la rueda de un autobús accidentado y tengo material de sobra para hacer un guion mezcla de "La diligencia" y "Las colinas tienen ojos", con un toque de "Lost".

He estado recopilando información sobre la fauna local. Tras un macroestudio exhaustivo y preciso, he obtenido un dato demoledor: a los barceloneses no les gusta la cocacola porque es azúcar puro. ¿Cómo os quedáis? Este resultado ha salido tras un enorme sondeo a...1 persona...

¡No me miréis así! No me dedico a hacer estadística y no tengo tiempo para dedicarme a hacer estas estupideces. Simplemente es algo que saco de la primera persona a la que pillé por banda (Adsi Demelki, que no le gusta la cocacola, y bebe ese líquido que usa mi madre para regar las plantas).

Otro dato curioso: de cada 10 personas en Barcelona, 9.5 no son de Barcelona. Hay franceses, alemanes, ingleses, italianos, plutoneses, japoneses, irlandeses, portugueses, chinos, unicornios, y hasta hace unos días, yo. Pero no hay barceloneses. Están todos refugiados en sus casitas de chocolate, como duendecillos... Son tan majos... Es verdad, la hospitalidad allí es de agradecer. En cualquier sitio de interés turístico, la misma persona te es capaz de atender en 6 o 7 idiomas distintos. Es gente preparada, ojito con eso. Y yo, por ejemplo, que tiendo a perderme, cuando pedía ayuda la gente se ofrecía a guiarme hasta tal punto que casi me acompañaban a mi destino. 

Gente peligrosa los barceloneses... Lo mismo te plantan dos calles con el mismo nombre en menos de 200 metros a la redonda, que te hacen una parada de metro con 8 salidas distintas por 12 calles diferentes. No me digáis cómo, lo hacen, y punto. 

Que, por cierto, la arquitectura de Barcelona es tope chachi. Eso sí, la pela es la pela allí más que en ningún lugar, y para reducir gastos dejaron que todo lo hiciera el mismo arquitecto: Gaudí. Así está todo, a medio hacer. Fuentes fiables me informaron que este hombre murió atropellado por un tranvía al salir de un prostíbulo. Best death ever. Si tuviese que elegir, esa sería mi muerte elegida.

Y tengo que desmitificar tópicos catalanes: es mentira eso de que para provocar altercados entre ellos baste con arrojar una moneda de 5 céntimos al suelo. Con una de 1 ya es suficiente.

Es mentira, en realidad el que salió corriendo detrás de ella fui yo. Que era mía, ganada con el sudor de mi frente.

La cosa allí siguió tal que así:


https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246629677739941889

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246896542852722688

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/246998416469676032

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/247025451036446720

Y como ya he dicho, estuve con el ya machacadamente mencionado Adsi Demelki, que estuvo enseñándome cosas de enseñar de la ciudad, y estuve con un par de compañeros de mi escuela que aún no han regresado a Madrid, los muy mamones. El final fue más o menos así:

https://twitter.com/Puto_Maiden/status/247404563789926400

Me he olvidado mi esponja en el hotel, espero que la traten con el cariño que ella se merece. Mi esponja, tan esponjosa ella. Que bueno, ya me he comprado una nueva, pero cuando me di cuenta hubo diez minutos en los que no había quien me consolara.

Y nada más. Mi consejo de hoy es que no bebáis vodka negro con lima porque empalaga. Sed felices.

10 de septiembre de 2012

Si un plan se va a la mierda, tócale el culo. (Proverbio que me acabo de inventar)

Hermosos, ¿os acordais de esta entrada? Sí, hombre, ésta. A ver, que os veo torpes: ésta, ésta, ÉSTA. Bien, pues ahora que los más inteligentes de la manada la habéis visitado a través de tres enlaces distintos en una misma línea de texto (olé a quien lo haya hecho) os sugiero que olvidéis todo lo que ahí escribí, borradlo de vuestra memoria porque no va a ocurrir.

Puede que me ocurra algún día...
Aclarado eso, remarcaré que no todo en esta vida es drama, y que si la vida te da un revés, pues la solución es llamar a tu amigo Andrés. Y esta frase no tiene sentido, pero es que rima y me parecía cojonuda. Bueno, pero ya me encargo yo de buscarle sentido. Me explico: como soy una persona que los veranos se los pasa trabajando con los Looney Tunes y algunos superhéroes y el resto del año estudiando (y aunque con mayor parsimonia trabajando también), pues los pocos días seguidos libres que tengo a lo largo del año me gusta aprovecharlos en hacer cosas. Cosas como escaparme, ya sea en compañía o yo solo. Me voy por ahí, me olvido de todo, me pierdo y ya de paso me pregunto a mí mismo hacia dónde va mi vida (hoy me he levantado filosófico). Ya me fui una vez a Pontevedra y otra a Sevilla, y volví sano y salvo al hogar, así que no creo que esta tercera escapada solitaria sea en la que definitivamente muera. Esto que yo hago también me ha servido para conocer gente.

Bien, volvamos a la ingeniosa frase que no tenía sentido del párrafo anterior. La del amigo Andrés, que por cierto, no tengo ningún amigo que se llame Andrés, y si lo tengo ahora mismo no me acuerdo. Bien, lo primero, este fin de semana me escapo a Barcelona. Así, sin haberlo pensado demasiado, sin habérselo comunicado a mis padres de manera oficial, habiendo pillado la primera oferta de hotel cojonuda que he visto por internet (¿alguien sabría explicarme por qué me sale más barato pillar una habitación doble que una individual, que de hecho, es lo que he hecho?) y cogiendo el primer bus que sale el viernes y el último que sale el domingo desde allí. Y remitiéndome al enigmático amigo Andrés, al que de tanto referirme le estoy empezando a coger cariño, sustituidle por Adsi Demelki, un chico del youtube, que se me ofreció hace no sé cuánto a hacerme compañía por allí y a soportarme un poco (¿os habéis fijado con qué sutileza os cuelo spam sin que os déis cuenta?). Y como aprovechado que soy, dije que sí.

Sé lo que estáis pensando, sí. Que puede que cuando vuelva lo haga convertido en Batman. Pero ya os advierto que yo soy más de destruir cosas, así que no. Y que vale, que lo de Londres se va a demorar al menos hasta el año que viene, pero bueno, el objetivo era salir dos o tres días de Madrid en septiembre, que a esta gente le va a venir bien descansar un poco de mí.

Aprovecho también esta entrada para rebozaros a todos aquellos que empezáis las clases el hecho de que yo no empiezo hasta el 15 de octubre. Los artistas somos así, que para empezar las cosas nos tomamos nuestro tiempo. Y aprovecho también para recordaros a los más despistados que ya empecé mi vlog y que como no lo visitéis os reviento. Palabra de princesito.

5 de septiembre de 2012

Jóvenes garrulos.

Como me muevo en círculos sociales muy chachis, pues suelo ignorar la existencia de cierto tipo de personas que creía extintas, como lo son los chavales de entre 18-25 años con una personalidad digna de pastores, cabreros, neandertales, y un largo etcétera. Pero claro, la realidad me ha dado un bofetón con este asunto. Mira, eso es algo en lo que me parezco a Mariano Rajoy, con la diferencia de que vuestra calidad de vida no se alterará con mis cagadas, mamandurrias e improvisaciones.

A ver, es que ayer fuí oyente de una conversación entre varios de los compañeros temporales de mi trabajo, y me quedé con esa cara que no sé describirla en palabras pero sí en emoticono. El emoticono en cuestión es éste --> O.o

Empezaron a hablar durante el descanso de sus movidotes, de sus aventuras a los mandos de un Opel Corsa después de una noche etílica, de que sus viejos ya no les dan paguita y se enfadan sin respirar, de que ShA JheNNy se ha liado con el AlVariKoh,... En fin, unas epopeyas, unas ilíadas y unos dramas homéricos de cagarse.

Hasta aquí todo bien porque yo me limitaba a ignorarles dentro de lo posible y a ver pornografía en Tumblr por el móvil. Pero luego ya empezaron a fliparse y a entrar en terreno hostil. Voy a analizar varios de los comentarios y lindezas que estos iluminados soltaron, que no tienen desperdicio. Lo haré usando una gramática correcta porque no me sale escribir tantas imperfecciones seguidas. Vosotros imagináos el tono garrulo. Venga, allá voy:

- "Es que lo de tener novia es un marrón. Es una putada llegar después de trabajar, quedar con ella, y que te empiece a comer la oreja, a fastidiar, y a decir tonterías. La mía es lo peor, me saca de quicio." Muy bien, hermoso. ¿Para qué cojones tienes una novia? A ver me lo supongo, pero para satisfacer esa necesidad que me estoy imaginando hay putas baratas en muchas rotondas.

- "Mi novia me pone los cuernos y le mando a tomar por saco." Tu novia te ha puesto los cuernos diecisiete veces y no te has enterado, chavalote.

- "El otro día estuve a punto de follarme a una..." Veo que el respeto que te tiene tu novia es el mismo que le tienes tú a ella. Entiendo.

- "¿Nos apuntamos juntos para sacarnos el graduado escolar? Si además la asistencia no es obligatoria, porque tú vas pero no estás obligado, lo haces porque quieres. No te pueden obligar como a los niños que les envían notas a sus padres si faltan." Calculo que en 10 años te lo has sacado, campeón.

- "Si yo respeto a los homosexuales, pero que a mí me dejen en paz y que se queden lejos de mí, a ver si me van a contagiar algo". Además de catetos, machistas, drogadictos, paletos y orgullosos de ser todo eso, homofobitos. Son tan kawaiis que dan ganas de darles una escobita, un recogedor y ver como sus genes de macho alfa se evaporan.

- "Ayer me enfadé con mi vieja porque no me hizo la comida y..." ...y pobrecito que sin su vieja se moriría de hambre.

Y ya. Alguna más soltarían, pero creo que mi denuncia social queda patente. En un mundo en el que hay gente que sabe ingeniería, aerodinámica, artes, filología, medicina, diseño,... O sea, en un mundo en el que hay gente inteligente, con dos dedos de frente, capaz de realizarse a sí misma, ¿dónde metemos a estos tipos? Que esta gente tiene derecho a voto, a tener hijos y a respirar. A pensar también tienen derecho, pero de eso no ejercen.