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28 de junio de 2011

Hablemos de sexo, que eso siempre aumenta las visitas.


Primero de todo, feliz San Gayer, una fecha en la que disfruto mas viendo cómo los homófobos vomitan y se quieren sacar lo ojos que viendo cómo los homosexuales disfrutan de su condición. Segundo de todo, el primero que me venga con pluma, le empotro contra la pared. Bueno, no, me refiero a que le hostio, que lo otro mas de uno aceptaría encantado. Los gayers molan, la pluma gayer, no. Y dicho ésto, pasemos a hablar de cosas mas relevantes: sexo, el mayor causante de embarazos no deseados desde tiempos inenarrables. 

Concretamente, venía a hablar de mi caso, que para eso el blog es mío, ya que hay gente por ahí que me va preguntando que a qué acera pertenezco, y los hay que se indignan por mi ambigüedad sexual y montan acampadas gritándome "¡manifiesta tu condición, o al paredón!". ¿Alguna vez habéis visto a un tipo caminar por en medio de la carretera teniendo una acera a cada lado, y no precisamente estrechas? Pues yo me parezco a ese tipo. ¿Lo pilláis? ¿No? Joder, sois cortitos, coño. ¿Si os digo que tuve tres o cuatro días de pasión (¿puede mezclarse la pasión con el alcohol?) con una lesbiana, y que en cuanto tengo tenía oportunidad compartía lecho con mi vecino amigo de la infancia, salís de dudas? Creo que no tiene nada de raro. Además, las relaciones que he tenido (cortas, siempre cortas, afortunadamente) se siguen llevando bien conmigo hoy en día y salimos alguna que otra vez de juerga. 

Si psicoanalizara mi vida sentimental, llegaría a la conclusión de que prefiero amistad con ganas de marcha que a tener que ir de la mano durante los años que durara tal amorío de una persona. Segunda conclusión: el sexo accidental es hermoso y divertido cuando se tiene, aunque meses después te comes la cabeza preguntándote "¿cómo cojones llegué yo a tal situación?". Bueno, a ver, me explicaré. Cuando te ocurren cosas como las que me ocurren a mí cuando me voy de fiesta (hace la tira de tiempo, que ahora no tengo demasiado y prefiero dedicarlo a dormir) y coincides con personas cuya mente está tan perturbada como la tuya, y surge esa sensación de "¡eh, tú molas y te quiero para mí!", y da la enorme casualidad de que tu familia se encuentra a cientos de kilómetros de distancia disfrutando de sus vacaciones y te han dejado la casa vacía, pues acabas gastándote los 5€ que tenías reservados para el último ron-naranja en condones. Luego a lo mejor los utilizas para llenarlos de agua, pero hay veces que los planetas se alinean con las constelaciones de Casiopea y de Sagitario, y esos plásticos acaban siendo utilizados para el uso con el que fueron concebidos. Por cierto, nunca en la vida os pongáis preservativos de los que regalan en ayuntamientos o casas de la juventud, a no ser que queráis saber qué aspecto tiene vuestro miembro de color morado. Que al principio es gracioso, pero luego, cuando amenaza con engangrenarse, no lo es. Durex siempre, amigos. O Control en su defecto. Y no seáis tan cutres de comprarlos de marca Alcampo. 

Y ahora os contaré mi experiencia con mi vecino mejor amigo en Sevilla. Resulta que fuimos unos amigos allí para asistir a un concierto, y nos hospedamos en un hostal de mierda. Reservamos dos habitaciones, una era decente. La otra no. Tal habitación de mierda estaba en el piso bajo, la puerta daba directamente a recepción, y no tenía ventanas. Las paredes eran de folio. Y las camas chirriaban. Yo iba a compartir habitación con mi vecino mejor amigo sí o sí, siendo consciente de lo que puede ocurrir cuando él y yo acabamos en la misma habitación a la hora que se supone que uno tiene que dormir. Echamos a suertes con los otros dos amigos las habitaciones...y nos toco la habitación ruinosa. ¡Mierda, mierda, mierda! Y esas noches, entre que mi vecino mejor amigo tenemos exceso de confianza el uno con el otro, entre que hacía un calor de la ostia, y entre que nos estábamos muriendo de la risión por tener al recepcionista a pocos metros tras la puerta mientras nosotros jugábamos a hacer ruidos sospechosos, pues... Pues eso, que nos lo pasamos muy bien. Y no queráis saber mas, enfermos. 

No sé si os he aclarado alguna duda. Por si acaso, lo digo: ¡joder qué buena está Milla Jovovich! 

20 de junio de 2011

El verano tiene graves errores de logística.

Tanto trabajar y tanto calor hacen de Aitor un chico aburrido. Esa es mi forma de confesar varias cosas:
  1. Últimamente estoy atrofiado. Si corriese el año 2344, y estuviésemos en plena era robótica, y diera la casualidad de que yo fuera un robot, ahora mismo mi dueño me tiraría a la basura y se iría al Mediamarkt mas cercano a por uno nuevo que tendría las mismas funciones que yo, pero que incorporaría luces de neón en los ojos y tendría garantía para 4 años. 
  2. Necesito unas vacaciones. Merecidas, por supuesto. Aunque me voy a tener que conformar con algún que otro viaje astral, porque lo que vienen siendo vacaciones, me da que este verano no va a caer esa breba. 
  3. Quiero un puto cachorro beagle. No viene al caso, pero nunca es mal momento para insistir en mi odisea por colar un chucho en mi casa.
  4. El verano es antiproductivo. Podríamos hibernar durante esta época, que a la llegada del otoño todo seguiría exactamente igual que si nos pasáramos estos tres meses intentando rendir. 
La pereza es un mal que se repite verano tras verano. Producto del calor. Calor, por cierto, que aumenta debido a que tenéis las hormonas revolucionadas y se dispersan en el aire, quedándose atrapadas en la estratosfera junto a los globos de helio que se les escapa a los niños en los parques infantiles, y produciendo  un efecto invernadero paralelo al propio efecto invernadero, una movida chinguísima. Así que, chicos y chicas, pasad a formar parte de una secta de eunucos, por el bien común, y así de paso hacéis amigos, que nunca viene mal. Gracias.

Esto es así: estáis todos cachondísimos. Vais caminando por la calle y vais dejando un charco aceitoso por la acera. Y no hay dinero público para pagar a mas funcionarios de la limpieza, que están los pobres doblando turno. Al menos podríais poneros un pañal, pero claro, con tales panderos pareceríais Teletubbies en celo, y seguramente Intereconomía aprovecharía esa eclosión de gente con pañales para propagar la idea de que a la izquierda le ha crecido el culo, el cual están dispuestos a utilizar como arma gaseadora, y que próximamente esa gente desarrollará en sus propias carnes televisiones a la altura del ombligo que estarán retransmitiendo constantemente películas de propaganda comunista. Y claro, luego llegará la visita del Papa, y por miedo a esta nueva élite de ateos, le pondrán triple blindaje al Papamovil, se contratará el triple de agentes de seguridad privada, todas las fuerzas del Estado estarán al 100% de efectividad, y eso, amigos, es un derroche que no nos podemos permitir. Un derroche evitable si os castráis y os centráis mas en leer libros de autoayuda y menos en tener ganas de follar.

El arma de destrucción masiva definitivo.
Otro efecto secundario del verano: la música. El regeatton, o como diablos se escriba, se inventó un verano, por poner un nimio ejemplo. Tras una ardua investigación que me ha llevado 10 minutos y un par de consultas con la almohada, he llegado a la conclusión de que la música veraniega es una artimaña de los Illuminatti para enviar mensajes subliminales y mantener equilibrada la balanza de natalidad/decesiones. Esto se debe a que os pasáis las épocas de calor follando como mofetas, y ni os acordáis de poneros condón y nunca os paráis a pensar que a falta de condón, bueno es el culete. Así que llegaron los Illuminatti y para compensar esa ola de embarazos no deseados, inventaron la música veraniega. A ver, yo oigo "baila morena, baila morena" y me entran ganas de meterme un tiro. Yo me he quedado con las ganas, pero hay gente que consuma este acto y se mete un balazo. Kurt Cobain lo hizo en cuanto escuchó los primeros éxitos de Georgie Dann. Y se ha dado el caso de suicidios colectivos provocados por el "duro de pelar" de Rebeca. Yo asistí a uno, pero el cianuro se acabó antes de que llegara mi turno. No me dio tiempo ni para buscar una virgen a la que sacrificar, pero es que no había ni una en 10 millas a la redonda.

Otra cosa para odiar el verano: la prensa deportiva pasa a ser prensa rosa. Más prensa rosa que el resto del año, me refiero. Como no hay competiciones futboleras, se ponen a hablar de cosas como: "Cristiano Ronaldo la tiene mas grande que Messi"; "La novia de Cristiano Ronaldo tiene mas tetas que la de Messi"; "Florentino invierte 200 millones de Euros en Viagra para que sus jugadores no se vengan abajo a mitad de temporada"; "Este es el año de la décima...otra vez". Y así durante tres meses. Qué soponcio.

Dedicaré este último párrafo a sacar una conclusión positiva del verano: debido al calor, hay mucho yayos con riesgo de que les dé una insolación, lo cual quiere decir que a lo mejor nos quitamos de un plumazo al rey, a Fraga, y a la duquesa de Alba, y si me apuras puedo incluir en esta lista a Maria Teresa Campos (a vuestros yayos cuidadlos, haced el favor). Y quizá a Ana Obregón se la zampe una orca homicida en su posado veranigo o la arrastre un tsunami al fondo del mar, lo cual haría que se incorporara como nuevo personaje de "Bob Esponja", y cancelarían la serie por pérdida masiva de audiencia. Y con tanto calor, la tinta de los periódicos de "El Mundo", "La Razón" o "La Gaceta" cobrará vida, se transformará en un bicho mutante que acongojaría al mismísimo Venom, e intoxicaría con sus sustancias nocivas para la salud a Pedro J., a César Vidal y a Losantos. ¡Y todo será hermoso y caminaremos together por el arco iris, joder!

13 de junio de 2011

Líderes mundiales de chichinabo.

Si Gafaffi puede ser dictador, qué no puede llegar a ser Carlos Jesús
No se exactamente qué día de mi vida decidí que la política era divertida. Pero divertida no en plan hobbie, sino como quien va al club de la comedia a echarse unas risas. Desde tal día, he analizado rigurosa y exhaustivamente qué tipo de gente llega al poder, quiénes controlan el percal, y de qué tipo de personas se rodean. Mi conclusión: son todos unos monguers. Pero monguers de los chungos, de la parte profunda de los monguers. Solo daré tres nombres para que veáis qué tipo de gentucilla manda sobre nosotros: Napoleón, Franco y Gadaffi. Bajitos, feos, rechonchos y dignos de aparecer en los programas de frikies televisivos de Cárdenas. Porque a ver, decidme las 5 diferencias entre Napoleón y Leonardo Dantés, entre Franco y Papuchi, o entre Gadaffi y Carlos Jesús. Cuesta encontrar mas de 2, ¿a que sí?

Expuesto lo anterior, lanzo la pregunta: ¿en qué jodido punto estamos fallando las personas de a pie para que nos gobiernen tipejos como estos, joder? Porque analizando estas cosas me da la impresión de que el hijo de Ana Obregón no llega a líder mundial por mera casualidad. Y además, que estos líderes muy inteligentes no son. Ahí tenéis a George Bush Jr., que estuvo 8 años dando por culo sin saber cómo coger un teléfono de la forma apropiada. O Carlos IV, ese mismo al que los franceses le dijeron: "Charlie, majo, déjanos pasar por España, que así invadimos Portugal". Y Carlitos dijo que sí, y llegaron los franceses, pusieron cara de Yao Ming, y una vez en territorio hispano, ahí se quedaron.

Este señor con cara de apolillado conquistó Europa.
Y tu siendo bello no conquistas ni tu hipoteca, mamón.
Que estamos hablando de gente que controla nuestras vidas, señores, gente que toma decisiones. Y que en su vida nunca se plantearon llegar tan alto. Porque no me imagino a Aznar de niño diciendo: "yo de mayor gobernaré España". Los demás niños se mearían en su cara seguro. O quizá los que hemos estado cayendo tan bajo desde que el mono es hombre somos los humanos normales. O sea, a ver, en las películas los líderes y los villanos suelen tener cara de mala leche pero con un toque de carisma, suelen ser altos, inteligentes, algo maquiavélicos. Vamos, Michael Madsen para que os hagáis la idea. En la vida real, los villanos son medio tontos, bajitos, acomplejados, fofos y feos. Entran en el estereotipo de niño al que le roban el bocata en los recreos. Y el resto de la humanidad nos dejamos dar por culo por este tipo de señores. Y esto no ha acabado, que Rajoy está a la vuelta de la esquina, y a mí Rajoy me recuerda a mi vecino del 1º, y teniendo dos dedos de frente yo a mi vecino no le dejo ni ayudarme a subir la compra, cuanto mas quietecito y calladito esté y menos se note su presencia, mejor. Mas triste aún es darse cuenta de que la religión imperante sigue las doctrinas de un hippie que vivió en Jerusalén hace 2000 años. Es como si ahora a los argentinos les diera por fundar una religión cuyo líder sea Maradona.
Ni ellos pensaron en llegar tan alto,
ni nosotros en caer tan bajo.

Y la lista crece. Rita Barberá, que podría tratarse de una señora de las que van a gastarse la pensión al bingo, gobierna en Valencia; Berlusconi, típico tipo que en "Los Soprano" no dura vivo ni dos escenas, liándola parda en Italia; los Reyes Católicos, que no le llegan ni a la suela del zapato a los Lannister, expulsando árabes y dándole barcos a Colón; la reina Elisabeth I de Inglaterra, la de la época victoriana, virgen, ¡virgen, señores míos!, y liquidando de un plumazo a la Armada Invencible; Rouco Varela, que tiene pinta de viejo de taberna, destruyendo preservativos; y en Corea está Kim Jong Il, que es un maestro Pokémon al que se le subió el éxito a la cabeza.

Pues todos estos señores han estado siempre en el poder. Estos señores que si te los encontraras por la calle de dos guantás les reventabas, son los que dan miedo al mundo. Y nosotros aquí con cara de gilipollas. Ya es hora de que el poder pertenezca a gente con estilo y carisma. Yo seguiré indignado hasta que vea gente como Morgan Feeman, L, Magneto, Amelie, Dumbledore, Jack Sparrow, Tony Montana, Carlos Areces, House, Wall-E, Sacha Baron Cohen o Aragorn gobernando. Gente que mola, vamos.

11 de junio de 2011

Puto Maiden, el imán de los gilipollas.

Estoy con la regla y con alguien lo tengo que pagar.
Estaba planificando mi próxima entrada, pero la pospongo para cuando libre, que hoy estoy caldeadito y tengo que soltarlo en algún sitio antes de que reviente. Porque hoy en el curro me he quedado perplejo, anonadado, patitieso y patidifuso. Se me ha cerrado el culo de golpe de lo ojiplático que me he quedado. Quiero lanzar la siguiente pregunta en forma de afirmación: hay tías que viven con la regla perpetuamente, ¿verdad? ¿O es que simplemente están tan sumamente amargadas y llevan tanto tiempo sin probar pene (o chirla, dependiendo de sus preferencias, aunque las bolleras suelen estar de buen humor siempre, por lo menos con las que yo me relaciono).... ¿Qué coño estaba diciendo? ¡Ah, sí! Esas tías que siempre están amargadas, mensaje para vosotras, sobre todo si os conozco: ¡IROS Y QUE OS FOLLE UN PEZ ESPADA Y DEJADME VIVIR, JODER!

Nota aclaratoria: para las feministas, y quiero aclarar que aquí el primer feminista soy yo: simplemente decirlos que no se me enfaden por referirme sólo a tías amargadas, y no tíos, pero ahora es lo que toca porque mi caso particular va dirigido sólamente a personas con cromosoma XX.

Y diréis, "¿qué cojones te pasa si es raro que a ti te pase algo?". Tan sencillo como que hoy he tenido que soportar a la compañera chochona, quejica, y mentalmente inestable de mi trabajo. Que yo acababa de llegar a la zona de empleados antes de entrar, y no me ha dado tiempo ni a saludar cuando oigo su voz estridente dirigiéndose a mí: "¡A ver qué cojones haces hoy conmigo, que tu siempre estás subidito, y no quiero tener que cabrearme!". ¿Hola, buenos días? ¿Qué cojones te he hecho yo para que te pongas así conmigo? "¡No, no me mires así, que siempre que coincidimos en la misma atracción acabamos discutiendo!" Pero si este año ni siquiera hemos coincidido, y apenas nos hemos cruzado. "¡No, pero sé cómo eres y las frasecitas que sueltas a los demás, y yo te lo digo así, no te aguanto!"

Máximum Poker Face la mía. Yo que llegaba tan feliz, y lo primero que me encuentro es eso. Varios de mis compañeros presentes en ese momento me miran con la misma Poker Face. Y claro, a mí, para qué negarlo, que me gusta la movida más que a un tonto un envoltorio de sugus, intento picarla.

- Mira, chavala, si no quieres currar conmigo, llórale a un supervisor y pídele que te aguante otro, que a mí me haces un favor.

La inepta de mierda se me queda mirando, y lo único que se le ocurre decirme entonces es: "Pero, ¿te lo has tomado a mal lo que te he dicho?". NOOOOO, QUÉ VA. Ni siquiera sé porqué estás cabreada conmigo y te tengo que aguantar estas absurdeces. "Es que yo las cosas te las digo a la cara". Me parece correcto, pero al menos déjame llegar, permíteme dar los buenos días al menos, es más, concédeme la oportunidad de demostrárte que conmigo se curra de puta madre. Y cuídate eso, muchacha, que ser tan tonta tiene que doler. Luego ha intentado cambiar de posición con otros compañeros, y todos le han dicho un NO rotundo. Me he reído, y la he dicho: "Qué pena que vas a tener que aguantarme todo el día". Qué cara de mala follá que ha puesto, y cómo me he reído por dentro pese a saber que yo también la voy a tener que soportar el resto del día, pero ese momento me ha sabido a gloria.

No sé si alguna vez lo he dicho, y es que a veces mi sarcasmo no se entiende, que no hay nada que entender, porque no es un sarcasmo nivel Super Saiyan 5 ni nada de eso, simplemente debo de rodearme de ineptos. Considero mi sarcasmo de nivel "bajos fondos", nada que enmarcar, la verdad. Hubo una chavala, hace tiempo, que se fue llorando de una discoteca después de casi tirarme su cubata a la cara por solo decir una chorrada acerca de Kurt Cobain. Ahora que lo pienso, he hecho llorar a bastante gente por mi forma de decir las cosas. Todos con muy poco aguante y demasiado centrados en su propio ombligo como para ser capaces de reirse de sí mismos, la verdad. Y en mi trabajo, volviendo a los antecedentes, entre cierto sector tengo fama de ser un gilipollas subidito de ego en plan Nathan de Misfits (mas quisiera yo). ¡Que luego se sorprenden cuando trabajan directamente conmigo y les caigo bien y quieren salir conmigo de fiesta incluso! Qué malos son los rumores, las malas lenguas, y los que hablan sin saber. Quizá me tenga que plantear empezar a hablar de otra forma, cambiar mi acento, decir cosas poco rebuscadas perfectamente entendibles para chavales de 2º de la Eso.

A ver, a veces cuando me topo con alguien realmente lerdo que quiero eliminar de mi vida rápidamente puedo ser drástico, sobre todo si en el mismo espacio-tiempo coincido con cierto tipo al que denominaré "mi vecino el tío bueno", amigo de la infancia con el que lo he compartido todo. Hubo un chaval que intentó hacerse amigo nuestro en las fiestas de Paletobrada, pero el chaval iba en plan chulito, y le cazamos al instante pese a ir algo cocidos. Y empezamos mi vecino el tío bueno y yo una conversación sin sentido tal como:

- Mi madre me ha dejado una llamada perdida.

- Sí, es verdad, el tiempo últimamente es una mierda.

- Pero, ¿qué dices, chaval? Si eso fue antes de que Franco la palmara.

- ¡Que no, coño, que en la farmacia o vas con prospecto o no te lo venden!

- Pues yo paso de patearme ahora todo este jodio pueblo.

- ¿En serio afirmas que Kurt Cobain era marica?

- ¡Es la polla, tío, vas a alucinar pepinillos cuando la veas!

- Pues mi perro caga blanco.

Sí, a veces trolleamos de lo lindo. Claro, al pobre cretino le sacamos de sus casillas y acabó por irse de ahí él solito. Pero yo empecé hablando de todo esto por culpa de mi compañera la amargada. Si estás ahí, leyéndome, cosa que dudo, primero porque ignoras la existencia de este blog, y segundo porque no te veo capaz de leer mas allá de la etiqueta del gel barato que usas, te digo que yo también te Ai Lov Yu, y que seas feliz, que con tanto odio en tu interior se te va a acumular demasiada presión sanguínea en la cabeza y al final vas a parecer un marciano de Mars Attacks. La piel verdosa y los gritos chirriosos ya los tienes, así que ándate con cuidado.

Todo eso no cambia que mi forma de hablar y de decir las cosas sea un buen filtro de detectar gilipollas. Y gilipollas hay en todas partes.

7 de junio de 2011

Independence mind.

Llevo un tiempo meditando sobre la posibilidad de independizarme lo antes posible. He llegado a un punto en el que necesito retos y desafíos nuevos, y apañarme por mi cuenta sería un impulso importante. Bien es cierto que ahora mismo, mi situación económica no me deja ver mas allá de financiarme la carrera de cinematografía, la cual estoy esperando comenzar con unas ansias tremendas. Aún veo lejísimos Septiembre.

La verdad es que llevo atascado desde que terminé Bachillerato. El hecho de haber desechado la posibilidad de hacer una carrera cuando hice selectividad, bien por desgana o bien por no encontrar la carrera adecuada para mí, ha hecho que todo se posponga bastante. Pero después de este verano, el cual se me va a hacer eterno debido a que me lo voy a pasar enterito currando y ahorrando, y me da que pocas juergas me voy a dar, voy a tener que empezar a plantearme cosas trascendentales. Y por cosas trascendentales no me refiero a la duda que me asolaba esta mañana acerca de la diferencia entre "quizá" y "quizás".

Por cosas trascendentales me refiero a que yo, en mis 18 primaveras, con el título de Bachillerato calentito, me veía a estas alturas con una carrera y afrontando mi futuro de manera autosuficiente. ¡Qué ingenuo, coño! Así que he decidido que en cuanto pague mi carrera, el próximo objetivo es buscar pisos de alquiler y compañeros de piso. Y quiero que sea fuera de Fuenlabrada, quiero conocer mundo, aunque sea mundo cercano. O sea, dentro de Madrid. Y sopesando posibilidades, me gustan Coslada, Rivas y San Fernando de Henares. Están cerca del centro, políticamente hay tendencia hacia lo mío (bueno, Coslada es pepera, pero hay mucho rojillo por allí suelto) y me causan simpatía. Y están bien comunicados. Bueno, por gustarme, me gustan Tribunal y Argüelles, qué coño. Todo esto aceptando que tengo que irme de mi actual trabajo y buscarme uno mas...normal. Y estable.

Así que en este plan estoy hoy, reflexionando sobre mi futuro. Hay dos cosas que me dije a los 18. La primera ya la he dicho, y no la he cumplido: estar a los 23 a punto de sacarme una carrera. Pero bueno, tampoco me importa porque voy a empezar a estudiar lo que realmente quiero, aunque tenga que avalar un ojo y un brazo para pagarlo. Y la segunda fue que a los 25 me independizaría, me buscaría a alguien para compartir piso, y que haría hard partys todos los sábados. Y por supuesto, tendré un puñetero chucho conmigo. Y un acuario. Y un poster de Joker en el recibidor.

Y en cuanto estabilice mi vida, por supuesto, empezaré a plantearme la posibilidad de vivir en el extranjero.

P.D.: Todo este proceso se puede acelerar si me toca un euromillón o algún alma caritativa me acepta como mascota, o me sale algún tío desconocido que me deje en herencia su fortuna.

1 de junio de 2011

Tener trolls en vez de padres.

Tengo unos padres...ejem...peculiares. Primero porque mis padres a mi edad ya eran padres. Segundo porque mis padres a mi edad me llevaban a las discotecas de Tribunal, ya que eran colegas de los dueños del Madriz, Madriz (que todavía sigue abierto, hay que joderse). Hago un inciso para los que se han quedado perplejos: sí, yo a los 3 años de edad ya pisaba discotecas, eso es precocidad y no lo de los chavales de 14 años de la generación Gormiti. Y, hablando de mis padres, que es a lo que yo venía, pues mi madre es fanática de Tele5 y de la Esteban, como muchas otras madres, y mi padre... Mi padre es un caso, porque según me han contado mis tías, para los cortitos que carecen de capacidad reconstructiva de un árbol genealógico, sus hermanas, en su juventud (seguimos hablando de mi padre, no os perdáis) tenía rebeldía anarquista, pero resulta que mi padre ahora es pepero, simpatiza con Rosa Díez, le gusta la saga Crepúsculo, y escucha Máxima FM.

Yo a mis padres les adoro todo lo que un hijo puede adorar a sus padres y eso. Tampoco es que yo sea el típico hijo ejemplar. Pero el problema que tienen mis padres viene a ser que a veces se comportan como colegas. O sea, se supone que los padres son unos señores que instruyen a sus hijos, les dicen cual Mufasa "cuando crezcas, todo ésto será tuyo", y procuran ser moralizadores. Conmigo mis padres tienen conversaciones tales como:

Mamá Maiden: O tienes una niña, o te traigo una hermana. Deja de usar condones, o voy y te los pincho.


Estas cosas a mí me causan traumas, ¿vale? Y solo tengo dinero para la gasolina del coche y para la carrera, para psicólogos no, y los de la seguridad social son una mierda. Porque a descaro y a desvergüenza nadie vence a mis padres, y eso lo acabo pagando yo. Me encantan esas reuniones familiares o con amigos de mis padres, en las que mi padre acaba señalándome y diciendo:

Papá Maiden: Ahí tenéis a mi hijo, el mejor anticonceptivo del universo. Que los sábados llega a las 2 de la mañana sin avisar.


Olé sus huevos. Y las conversaciones que mas me apasionan son en las que se muestran escépticos en cuanto a mi sexualidad. Mi padre intenta tener conversaciones de hombres conmigo, como:

Papá Maiden: Mira la [insertar nombre de famosa buenorra] que rica que está. Es de tu edad, quizá te la encuentres algún fin de semana saliendo por ahí y te haga un "rasca la espalda"*.


Aitor Maiden: No es de mi tipo.


Papá Maiden: ¿Cómo que no es de tu tipo?


Aitor Maiden: Permíteme ser selectivo. Demasiadas tetas para tan poca sesera.


Papá Maiden: ¿No serás maricón?


Aitor Maiden: ¿Y qué si lo fuera?


Llegados a este punto, a mi padre se le encienden las alarmas, y es capaz de llamar a Pedro J., a Jimenez Losantos y a Urdaci solo para encerrarme en un cuarto como en "La naranja mecánica" y ponerme vídeos subliminales para que me transforme en la cosa mas hetero y mas machota que existe. Pero mi padre no tiene dinero para esas extravagancias, así que recurre a mi madre.

Papá Maiden: ¡Te lo dije! ¡El niño nos ha salido rana!


Mamá Maiden: Aitor, tu no te preocupes, si me tienes que traer a un rubiazo, tú tráemelo. Un rubiazo, un morenazo, o una nieta, ¡pero tráeme algo!


¡Ah! Y mi padre me suele dar instrucciones cada vez que se van de vacaciones por tiempo indefinido y dejan el hogar en mi poder:

Papá Maiden: He medido el papel higiénico, he numerado los condones y las sábanas de nuestra cama están limpias y milimétricamente colocadas. Te tengo vigilado, chaval, a ver lo que haces. Y bueno, ya sabes dónde están las porno.


Y básicamente esas son las conversaciones mas destacables dentro del ámbito familiar. Creo que no termino de acostumbrarme, aunque ya lo llevo con normalidad, y ya ni se me agrieta la piel ni nada por el estrés. Os dejo una última de mi padre, cuando anuncio de que voy a ocupar el baño para ducharme:

Papá Maiden: Tan higiénico no se puede ser. ¡Dí que vas a hacerte una paja, que a tu madre y a mí eso ya no nos asusta!


Padres solo hay unos, y no se pueden escoger. A mí me ha tocado unos troll-dads. A ver si pronto les paso el testigo a mis hermanos, que yo ya tengo demasiado trauma acumulado.

P.D.: Ya que he sacado la temática familiar, esta semana mi madre me descubrió un oscuro secreto de familia el cual desconocía: Andrés Pajares pertenece a mi árbol genealógico. Concretamente, su abuela era prima de la abuela de mi madre. He sopesado la posibilidad de salir a la calle con una bolsa en la cabeza.

P.D.D.: Pajares no es el único famoso con el que tengo parentesco. Mario Vaquerizo es primo de mi padre biológico. Sí, de mi padre biológico. A ver, Papá Maiden no es mi papá sanguíneo, es mi padrastro, pero vamos, Papá Maiden es la persona a la que yo llamo papá. El tío de cuyos testículos salí, o sea, el primo de Mario Vaquerizo, se fue a por tabaco o algo así cuando yo era un bebé indefenso cuyas funciones eran llorar, dormir, cagar y comer.

P.D.D.D.: Con ella no tengo lazos sanguíneos (o eso espero), pero al bautizo de una prima asistió como invitada Yola Berrocal y su pareja por entonces, el tío ese que luego estuvo en GH cuyo nombre no recuerdo. Amigos de los padres, o sea mis tíos, de mi prima. O algo así.

P.D.D.D.D.: Tengo suficientes razones de peso para tener una entrevista exclusiva en cualquier programa de Tele5. No sé a qué esperan esos productores de mierda para llamarme y cubrirme de oro.


* Rasca la espalda: expresión que utiliza mi padre, y que me ha pegado el jodío, para referirse al sexo sin compromiso.