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30 de abril de 2013

De mayor quiero ser twitstar.

Lo más divertido de internet es que puedes escribir cualquier gilipollez, que alguien a 600 kilómetros la lea, la comparta, y que a quien le haya rebotado el mensaje te pueda contestar. Esto, amigos míos, se llama interactuar, y en cuanto decides prestar atención a todos aquellos que se molestaron en leer tal memez y responderles aparece el feed-back. ¡Es genial! En serio, probadlo, es como la droga pero sin efectos nocivos que te conviertan en un marginado social. Bueno, quizá sí que acabes marginado, pero a diferencia de la droga no daña tu salud. Vale, quizá psicológicamente un poquito, pero... Mirad, el feed-back virtual es como la droga con la diferencia de que no hay asociaciones que vayan a dar charlas a los institutos sobre lo malo que es su consumo. Joder, también las hay... ¡El feed-back es chachi porque lo digo yo! ¿Estamos?

Toda esta intro me la he currado para hablar del fenómeno conocido en Twitter como "los tuitstars", o sea, acaparadores de followers, cosechadores de fama con frases de 140 caracteres, recogedores de halagos virtuales, coleccionistas de FAVS y FF's. Pues bien, ahora es cuando llego yo, con mis 400 followers, y os digo que ser tuitstar es fácil. Chupado, diría yo. Y esto lo sabe UPyD, que básicamente ha usado la misma estrategia para ganar adeptos: lanzar mensajes con un toque descarado y "moderno", sin un posicionamiento demasiado claro, haciendo "amigos" en cualquier parte y de cualquier condición con los cuales unirse y atacar a los que no son de su condición cuando la situación lo requiera, sacar partido de su imagen si es favorecedora...

A ver, para ser más clarito. Los "tuitstar" ganan followers a base de ser obvios, de decir lo que todo el mundo quiere oír y adornándolo con algún chiste de club de comedia. Si hablan de política, atacan a todo lo que sea político, da igual a quien. La gente está cabreada y desinformada, así que unos cuantos mensajes de que PP=PSOE, de que los sindicatos están vendidos, de que la izquierda está desunida, pero que "yo estoy indignado", "a mí no me representan" y "no les votes", sin aportar ninguna cosa más allá de la crítica, y ya se meten unos cuantos followers en el bolsillo. Si hablan de cine, cualquier taquillazo les resulta una mierda de película y, por supuesto, cualquier actor medianamente taquillero es, para ellos, un mal actor. Con la música, cualquier grupo que despunte lo conocían ya en sus inicios y ahora son unos vendidos. Por supuesto, se labran una imagen de persona independiente, despreocupada, forjada a sí misma y que tiene una vida envidiable, que hacen muchas cosas en muchos sitios a la vez, algo que recordarán siempre que puedan a toda esa masa de followers/perdedores con vidas simples y aburridas. Se codearán con twitteros famosos como si se conociesen de quedar en los bares, algo que les hace llegar aún más seguidores. Todo aquel que les critica será considerado un hater, y por lo tanto, será perseguido. Y por supuesto, nunca, nunca, nunca desperdiciarán tweets en interactuar con alguien al que no siguen ellos mismos o que no supere cierto número de seguidores. ¡Por favor!

Bueno, es una manera de disfrutar de Twitter: ganar miles de followers, dejar en el borrador varios tweets ingeniosos y soltarlos en el momento oportuno para regodearse uno mismo de cómo genera decenas y decenas de retweets y FAVS.

Otra manera de disfrutar de esta red social es de la manera que he descrito en el primer párrafo. Es más útil, más participativa, te acerca a gente a la que nunca te hubieses encontrado de no ser gracias a la red, ves otros puntos de vista. En definitiva, compartes diversión e información, que es lo que finalmente es Twitter.

Hubo un tiempo en que me obsesionaba con la pregunta de "¿por qué este gilipollas gana tantos seguidores y yo indudablemente mejor y más guapo no?". Cuando descubrí la respuesta preferí resignarme y seguir a lo mío, con mi pequeño montoncito de seguidores.

¿Quiere decir ésto que todos los tuitstar son así? No. Ahí tenéis a @cometelasopa, quien interactuaba conmigo bastante antes de amenazarle y meterle una cabeza de caballo en su cama lograr su follow. O a @barbijaputa, sin ir más lejos.

P.D.: Los princesos y los "Otro X suelto" no cuentan como tuitstars. Suelen ser chavales guapetes que twittean frases moñas hechas que hacen palpitar el coño de adolescentes con efervescencia de hormonas y que tienen las neuronas trastocadas por culpa de vampiros gusiluz.

P.D.D.: Para descubrir mejor a alguien en Twitter, una de las mejores herramientas es ver su Favstar. Esto lo digo porque así de paso enlazo el mío, a ver si algún tuitstar lo menea y me convierto yo en uno y dejo de formar parte de la chusma. Que sois chusma. ¡CHUSMA!

22 de abril de 2013

El guion cinematográfico VI: los conflictos.

En el anterior post establecía los contextos dramáticos por los que una historia suele pasar. Una película suele contar cómo una situación de equilibrio sufre una ruptura, entra en crisis y tiene que buscar un ajuste. Si no tenemos conflicto, no tenemos la posibilidad de interesar a nadie.


En los conflictos es necesario establecer una jerarquía, ya que en un guion vamos a encontrarnos varios. La cuestión no es cuántos hay, aunque si hay muchos te puede pasar lo que en la serie "Perdidos", que acabas literalmente perdido con una horda de fanáticos queriendo apedrearte por no saber resolverlos. La cuestión es qué tipos de conflictos hay y saber identificar en qué nivel están. Hablaremos de tres niveles:

  1. Conflicto básico: es el más superficial. Se entiende de una forma total en el guion, establece la necesidad dramática del personaje. Para fijarlo necesitamos designar un protagonista, qué busca (normalmente un objeto externo) y detallar los obstáculos que se va a encontrar en esa búsqueda. Contiene tramas canónicas de acción, o sea, argumentos universales.
  2. Conflictos de relación: es el conflicto que los personajes generan al interactuar con otros personajes. Genera subtramas. Conviene fijar un buen antagonista que equilibre al protagonista y unos buenos personajes de apoyo para que todo el peso de la historia no recaiga sobre él. 
  3. Conflicto interno: viene generado normalmente por el pasado. Va a generar historias interiores que tienen que ver con los arcos de transformación de los personajes. Un relato cinematográfico comienza cuando los conflictos internos de los personajes quedan definidos y comienza su evolución.
Estos tres tipos de conflictos son los fundamentales para generar interés y para que el espectador tenga un mínimo de cariño por la historia que le estamos contando. Por eso cuando vemos una película de Michael Bay en la que todo es ¡BUM! ¡BOOOM! ¡TATATATA! ¡KATACRASS! y el conflicto del personaje principal es cómo ligarse a la pechugona de turno nos da igual lo que ocurra con esos personajes, a los que ojalá se les caiga un edificio encima.

18 de abril de 2013

No te metas en mi facebook.

Las redes sociales han logrado que todos seamos protagonistas. Esto es malísimo para el ego de muchos. Peor que una diarrea de una semana de duración, vamos. Con lo felices que eran las personas con relaciones de saber lo justo y necesario de los que le rodeaban. Ahora no, ahora nos hemos convertido en stalkers compulsivos, y necesitamos a su vez ser acosados por todos esos fans virtuales que esperan cada una de nuestras publicaciones para darle a "me gusta".

Facebook es un infierno. Porque todo el mundo quiere tenerte en su red: tus amigos, tus compañeros de trabajo, tus compañeros de clase, tus vecinos, el chaval que nunca te saluda por la calle, tus amigos de la infancia, el cura de la parroquia de la esquina a la que nunca vas, tus tías, la prima de la que te enteraste que era tu prima hace seis meses y que nunca ves, el señor al que salvaste la vida de ser atropellado por un tranvía, tu madre... Todos quieren agregarte. Y al principio cedes. ¡ERROR!

De repente tu muro se convierte en lo siguiente:
  • "¡Ay mi perrito cómo le quiero!", esto publicado 16 veces al día, con foto del perrito y de la dueña abrazando al chucho hasta un punto que casi alcanza la asfixia y que si el perro pudiese ponerse morado por falta de oxígeno, lo haría.
  • "4-0 Oeoeoeoeoe, hemos ganado", publicado por 48 contactos, cada uno de ellos con carácter de primicia, como si nadie se hubiese enterado.
  • "Hoy al parque con mi primito que hace solecito". Guau, tienes una vida de lo más interesante.
  • "Qué estrés de vida". Esto es como matar a un ser querido para luego suicidarse. Acaba con tu sufrimiento y métete un tiro, pero a los demás déjanos en paz.
  • "Papá, felicidades". Si su padre no tiene facebook, ¿con quién habla esta loca?
  • "Papá, te fuiste hace 12 años y te sigo echando de menos cada día". Insisto, ¿esta tipa con quién habla? ¿Facebook como sustituto de psiquiatra? Venga, chica, supéralo, en fin, la vida sigue. Yo que sé, bájate al parque con tu primito, que hace solecito, o algo.
  • "PERROFLAUTAS, BUSCÁOS UN TRABAJO, ROJOS DE MIERDA, NAZIS. VIVA ESPAÑA". Macho, que aparte de llevar parado 3 años y tirarte fumando porros en el banco de debajo de tu casa todo el día, eres negro. Anda, deja de escribir chorradas y abanícame.
  • "Completé la colección de angelitos del cielo", junto a foto de muñecos de bebés de porcelana. Creepy.
  • "La fiestuki de anoche BESTIAL. Hay que repetir, troncos", y por fiestuki bestial se refiere a que se tiraron toda la noche haciéndose fotos con el mismo cubata en la mano, las mismas poses de "me hago el interesante" evolucionando a "me hago el gracioso". Los de Resacón en Las Vegas estarían orgullosos de ti, vamos. 
  • "Comparte esto en tu muro si a ti también te cuida Jesús". En fin, supongo que por simple estadística todos conocemos a alguien metido en alguna secta.
  • "Comparte esto en tu muro si tú también te solidarizas con las víctimas de cáncer". La gente ha curado a más enfermos de cáncer compartiendo estas cosas en sus tablones que todos los hospitales especializados en quimioterapia en la última década.
  • "He conseguido un nuevo ítem para mi granja: cactus." Ojalá hackear la aplicación con una plaga de langostas para que se lleven todas las putas granjas a tomar por culo.
Luego esta gente se extraña de que les elimine de mis contactos. Que claro, como afrenta que supone a sus egos, les molesta. No tardan en llegar mensajes como: "Oye, que me has eliminado". ¡Oh, te has dado cuenta! Luego les saludas por la calle, y te miran mal. ¿Tanto jode a la gente que alguien no les siga en su facebook? ¿No podemos convivir como simples conocidos, compartir lo justo y necesario para ser simples conocidos como siempre hemos sido, y ya? Es que mira, no me interesa ni tu perrito, ni tu padre sin facebook, ni el resultado de tu equipo de fútbol, ni lo mucho que amas España, ni lo guay que ha sido tu tarde con tu primito, ni lo mucho que quieres a tu novia. Y tampoco estoy especialmente interesado en que tú sepas acerca de mí más de la cuenta. Aceptemos que las cuatro chorradas que haces en tu vida cotidiana no son dignas de ser puestas a escena pública, y que para ti estrán bien, pero que no hace falta que te pongas sensacionalista con ello. En serio, que te hayas pasado la tarde en el sofá viendo pelis no es noticia y deberías guardártelo para ti mismo. Maduremos, por favor.

Aunque mi vena revienta cuando un conocido me pregunta: "¿tienes twitter?". Mira, ahí sí que no te voy a seguir. Hubo un tiempo en que bloqueaba a cualquier conocido, pero ahora no me importa que me sigan. Pero que no me pidan ser recíproco. Porque seré claro: tío, eres un coñazo. "Es que solo tengo 17 followers", y no me extraña.

En fin, que algún día os contaré lo bien que me lo pasé con mi primito en el parque porque hacía solecito.

12 de abril de 2013

Defender lo indefendible.

Os informo de algo que está ocurriendo. No ahora mismo, no en este preciso instante, sino que es algo que ocurre sin más. Atentos, que tiene miga: existen personas que al hecho de que te saques una carrera, hagas un máster, aprendas idiomas, vayas una temporada al extranjero para continuar tu formación en otro ámbito, dediques interminables horas y una gran suma de dinero a tu educación y preparación profesional, y en definitiva te esfuerces en tus estudios lo llaman querer vivir del cuento. Como os cuento. Metéos en cualquier sección de comentarios de cualquier periódico digital en las noticias sobre jóvenes estudiantes manifestándose por sus condiciones laborales. Eso somos los estudiantes que vemos que nos dan un frenazo laboral incluso antes de empezar una carrera profesional dentro de nuestras respectivas ramas: somos gente que queremos vivir del cuento.
Foto del diario Público. El de la bandera es colega mío. Ahora vive en Bélgica.
Esas mismas personas que nos acusan de esto precisamente son las mismas que comparan los escraches a políticos, que ahora están en boca de todos, con actos nazis. Igualito que una persona a la que no solo le privan de medios económicos y posibilidades laborales sino que además le sacan a hostias de su casa le proteste en la cara al responsable de su situación que un soldado alemán en 1942 humillando, vejando y torturando a un judío. "Los niños, es que nadie piensa en los niños", dicen los mismos que hacen la forzada comparación. Pobrecito Borja Alfonso, que de camino a clase en High School Saint Charles concertado con Oxford junto a su papá se topó con estas personas. Del niño al que su papá ha dejado sin hogar no nos acordamos porque, total, seguramente en un par de años ya esté metido en el mundo de las drogas, así que para qué.

Del "no te puedes quejar que al menos tienes trabajo" ya hablé aquí en su momento.

Estas mismas personas que criminalizan a estudiantes, a gente sin recursos a la que solo le queda la protesta, a trabajadores explotados y, en definitiva, a los que no tienen la culpa de nada, ensalzan varias figuras, a saber: a Juancar (vamos, el rey, o con la cantidad de acero que ya le han insertado, Terminator), a cualquier figura religiosa cristiana, a los políticos de su ideología que, al parecer, no les queda más remedio que aplicar todas las medidas que están adoptando, y a Belén Esteban, por su naturalidad. Estos "indignados" son los que aún creen que el gobierno lo está haciendo bien, que la Tierra es plana y que el hombre desciende de Adán y Eva.

Reflexión final: el futuro Einstein, la persona en cuya cabeza está la cura del cáncer, los jóvenes que podrían mejorar con sus conocimientos los campos de la aeronáutica, la domótica, la informática, o las artes, o el niño que dentro de 25 años podría ser un importante ministro reconocido por los avances sociales que ha implantado, podrían dejar de ser todo eso porque les han desahuciado, porque no tienen dinero suficiente para costearse una carrera, porque tienen que sobrevivir sirviendo hamburguesas en un Burguer King, o porque como no querían vivir del cuento tuvieron que emigrar en busca de una posibilidad de prosperidad al Reino Unido.

8 de abril de 2013

Yo, el padrino (Voglio immergere il mio cazzo nel fonte del battesimo).

Cuando entre toda mi familia católica y los amigos que se apuntaban a catequesis convencieron al no muy convencido de mi hermano pequeño para hacer la comunión, y por lo tanto bautizarse, mi madre pensó que yo era la persona adecuada para ser el padrino de la criatura de dios. Padrino. Parroquia. Religión. Estas palabras cuesta trabajo conectarlas cuando yo estoy implicado en ellas. Pero venga, vale, seré padrino, dije.

Yo para estas cosas no tengo una instrucción adecuada. Lo primero que pensé es que como padrino debería empezar por ir controlando negocios locales a base de chantajes y amenazas. Pero se ve que no, que eso era otra película. Mi madre desaprobaba lo de que llevara las chapitas de Final Fantasy en mi abrigo y los pantalones con los bajos rotos. Pero en fin, que yo lo solucioné diciendo que se supone que en su momento Jesucristo iba descalzo y con cuatro harapos mal remendados y que todos le alababan en el lugar al que íbamos a bautizar al niño.

Ahora, eso sí, qué cura. Un tipo rebosante de juventud, simpatía, energía, moderno y entusiasta con la fe. Y ojo a esto, porque aunque lo parezca viniendo de mí, no es sarcasmo. Vamos, que si todos los curas fueran como este yo seguramente seguiría sin ir a misa los domingos, pero que se me quedaría ahí el regomello de decir "pues qué pena haber faltado hoy a misa con lo majo que es el cura". En serio, que se dejen de Benedictos y de Franciscos, la iglesia si quiere salvarse necesita tipos como este. Que parece que no va a pasar, también os lo digo. La iglesia con sus líderes es como el PSOE: sus afiliados saben que no van a ningún lado con ellos, los propios líderes saben que no van a ningún lado, la gente de fuera también lo sabe, los simpatizantes lo saben...y que no hay quien les mueva de su trono, hay que joderse.

Y menudo sermón que me soltó aquí el pavo: que si mi cometido como padrino era guiar a mi hermano, que el cristianismo depositaba en mí tal responsabilidad, que estaba en juego la vida eterna,... Con un tono moderno, como ya os digo, pero no dejaba de ser sermón. Y yo miraba hacia atrás, buscando caras familiares que quisieran sustituirme, que yo renunciaba, que si Ratzinger puede porqué yo no. Y que toda la gente ahí dentro se sabía las canciones y las cosas de rezar menos yo. Hice la táctica de fingir ser mudo y limitarme a sonreír, pero se ve que no tragó, que las monjas me miraron después de la ceremonia con cara de "tú eres un ateo de esos".

Lo mejor es que después de todo eso me invitaron a comer. Mi primera comida que no era un simple sándwich más zumo en dos semanas. En el entrecot de buey que me metí entre pecho y espalda vi a toda la corte celestial. Lo que te digo, Pepi.