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13 de agosto de 2014

¿Por dónde iba?

A ver, gente. Me he perdido. Yo os estaba contando mi fascinante vida y mis simpáticos pensamientos en este blog y de repente dejé de teclear. Con lo bonito que me estaba quedando el invento. Pero yo qué sé, me agobiaría o me entraría pereza, o simplemente no me salió de los cojones escribir más. Es que joder, ¿os he dicho ya que mi vida es fascinante?

Tan fascinante vida no da un minuto de tregua para ponerme a escribir cosas para que luego vosotros las leáis, digáis "qué pensamientos tan simpáticos tiene este muchacho", y cerréis la pestaña así sin más. Sin una mísera propina, o un cheque, o un Ford Mustang, o una invitación de un año para recorrerme Sudamérica. Joder, un detallito, yo qué sé.

Pero como persona de pensamientos simpáticos con vida fascinante que soy, soy un tío honrado, así que no os echaré la culpa por haber dejado de lado este pedazo de blog. Aunque la tengáis. Porque la culpa es solo vuestra, tenedlo claro. Pero como echaros la culpa sería lo más sencillo, buscaré otra excusa: maquetas. Maquetas de barcos antiguos. A eso me he dedicado todo el verano.

Que no os lo tragáis, ¿no? Normal.

Vale, joder, seré sincero. El puto verano me produce bloqueo mental. El achicharramiento que se produce en mi cabeza es tal que no me sale un puto párrafo decente. Es como cuando tienes ganas de cagar, aprietas, y de tu culo no sale nada más que aire, produciendo un trompeteo agudo bastante vergonzoso y que parece burlarse de ti diciendo "jódete, que hoy tampoco cagas". No cagar duele. Es un problema que sufre gran parte de la población adulta y que lleva a más de uno a contemplar el suicidio como vía de escape. Y claro, es un problema que se reprime, porque no les vas a llegar a tus amigos, familiares y a tú médico de cabecera y decirles "mira, que por más que aprieto, no puedo cagar". Porque no es algo elegante. Imaginad al James Bond de Daniel Craig, que es así como un tipo duro que con solo mirarte ya te ha matado tres veces, diciendo que no puede cagar. No. Inviable. Si el James Bond de Daniel Craig no puede cagar, se lo guarda para sí mismo y sigue para adelante, sufriendo en silencio y follándose solo a un par de tías por peli en vez de seis o siete como hacía el de Pierce Brosnan.

Pues eso. Que no sée de qué estaba hablando. Pero es que tengo las ideas que no salen. Se quedan ahí dentro, taponando el agujero del embudo mental que tengo. Luego saldran todas a la vez y me llevarán a escribir algo que será recordado por los anales. Anales de año, no de ano. Que hubo un día que de la desesperación estuve a punto de escribir un post titulado "The End". ¿Sabéis que significa eso? Exacto, the end. Que se acabó. Que a tomar por culo.

Pero qué sangre fría le he echado, pavos.

Bueno, que ya otro día os cuento algo de mi fascinante vida y mis simpáticos pensamientos, ¿va?