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20 de enero de 2014

Estoy estudiando.

Dejad de molestarme, por favor. Estoy estudiando. Vamos, es que estoy estudiando tanto que deberían darme una beca aunque las prohibieran. Es que solo por el abismal esfuerzo que estoy haciendo por estudiar, ya deberían garantizarme aprobar los exámenes. 

Me he dado cuenta de que en la pared frente al escritorio hay mensajes subliminales en el gotelé. "EXTERMINAR, EXTERMINAR...". ¡Joder, basta! Tengo que concentrarme, en 15 días tengo que saberme al dedillo todas estas mierdas para demostrar mi superioridad intelectual y mi capacidad de memorizar cosas que las olvidaré 5 minutos después de plasmarlas en un folio. ¡Eh, no! Que yo no soy uno de esos alumnos empollones, que yo retengo conceptos y sé aplicarlos en la práctica.

Además, disfruto mucho estudiando. Y más ahora que en en Historia Sociopolítica de España voy por la parte en que ETA inventa una nueva modalidad olímpica de salto de altura con Carrero Blanco, y Arias Navarro ya ensaya los gallitos para anunciar que se equivocaban al creer que Franco era inmortal. Así que dejadme en paz, que necesito concentración absoluta.

¿Qué dices PlayStation 3? ¿Que si me hace una partidita? Es que verás, yo tengo una voluntad de hierro, y estoy cien por cien metido en los libros. No, no insistas... En serio... ¡Ay, mira que eres pesada! Venga, vale, pero solo media hora. ¡¡¡JODER!!! ¿Quién ha adelantado repentinamente 4 horas el reloj? Mierda, mierda, mierda. Venga, guardo la partida, y a hincar codos.

Ey, pues la materia de Economía tampoco es tan chunga. ¿Quién no iba a suponer que una subida de precios afectaría negativamente a la demanda del número de bienes deseada por los consumidores? ¿O que a menor renta de las familias, menos posibilidad de adquirir bienes y servicios de lujo? Espera, esto contradice lo que las noticias dicen que ocurre en realidad, que se suben precios, se bajan rentas, y todo va de puta madre. ¿Qué me quieres decir, libro de texto de Economía? ¡Hazme una señal!

Mira, me estoy poniendo nervioso. Me voy a estudiar los temas de antropología: el hombre desciende de sociedades de grandes primates. Ah, pues mira, esto ya me lo sé. Lo que significa que puedo dedicarme veinte minutitos a hacer que los bolígrafos son espadas láser manejadas por un caballero Jedi y por un Sith, y que están combatiendo a muerte porque uno es el padre del otro, y hay unos traumas infantiles y unas carencias paternofiliales no resueltas ahí metidas de la hostia. ¡Has matado a mi maestro! ¡Hijo de puta! Ups, espera, en Star Wars no dicen palabrotas. Bueno, pero ahora el tema lo llevan J. J. Abrahms y Disney, gracias a los cuales existen la serie "Perdidos" y Miley Cyrus, que no son demasiado formales, la verdad. Así que... ¡Hijo de puta! ¡Te voy a meter el sable por donde te salen las almorranas!

Soy aplicado como este señor que era amigo de Paco.
Mierda, Aitor, concéntrate. ¿Qué estabas haciendo antes de todo esto? ¡Ah, sí, estudiar! A ver qué tal técnicas de Investigación Social. Bah, esta la dejo para septiembre y ya ahí con toda la calma del mundo me luzco y saco nota. ¡Qué hambre! No hay nada en la nevera. Me bajo al chino a por unas pizzas. Y no me voy a poner a comer unas pizzas sin ponerme a ver una peli, un capítulo de Doctor Who o porno mientras. 

Bueno, mira, que no me molestéis, que tengo que estudiar. Poned velitas para que apruebe y mandadme dinero para sobornar a los que vayan a corregir los exámenes. Gracias de antebrazo.

9 de enero de 2014

Universitarios arios.

La universidad es una institución muy digna pero que se está llenando de completos ignorantes. Ser universitario no rivaliza con el hecho de que puedas ser un subnormal absoluto. Para dar más en el clavo, solo hay que apreciar la cantidad de estudiantes que miden su "intelecto" con el hecho de estar estudiando una carrera o con el hecho de sacar buenas notas. Es comparable a presumir de tener una polla de 22 centímetros pero no demostrar si sabes usarla.

Una constatación a tal ignorancia es la cantidad de universitarios que se quejan de que sus carreras son un coñazo. Yo, a lo loco, me cuestiono qué cojones esperaba esta gente. A ver, que sin darle muchas vueltas a la cabeza, lo primero que le supongo a alguien que se matricula en un grado es su interés por hacerlo, su iniciativa de querer estudiar una materia a la que se querrá dedicar durante su vida profesional, que para eso sirven los estudios. Entonces, ¿a qué vienen tantos lloriqueos acerca de lo aburrido que es lo que están estudiando? Que puede ser pesado, duro, y costoso. ¿Pero aburrido? ¿Acaso alguien te apuntó con una pistola para meterte en una carrera? 

¡Ten huevos, hijo de puta! ¡Ten huevos y si tan aburrido te parece lo que estás estudiando abandónalo y métete a otra cosa! ¡O no estudies si realmente no quieres hacerlo!

No sabía cómo ilustrar el post, así que os pongo a Borjamari y Pocholo.
Otro índice de ignorancia superlativa dentro de la universidad: el infantil intento de ganar cualquier discusión con el argumento "lo he estudiado". Estudiar algo no implica tener idea de algo. Lo mismo que tener idea de algo no necesariamente viene precedido de un título universitario. Que a los 13 años está genial eso de zanjar discusiones viendo quién es el que más pajas diarias es capaz de hacerse, pero a partir de los 20 te resta credibilidad. Sin tener nada en contra de la masturbación, ojo a eso: las pajas molan. 

Con lo bonito que es el saber, el estudiar para saber, y el no saber para curiosear, que haya crecido desorbitadamente el número de gente que estudia para ser guay es tan triste como que haya gente que crea que su moral y ética es superior porque va todos los domingos a misa.

Todo esto lo digo yo, haciendo mi segunda carrera y en búsqueda de mi tercer título porque soy la polla con el que envolver chopped, que pese a ello sigo soltando tal cantidad de gilipolleces que me extraña que no me hayan ofrecido a estas alturas un puesto en Intereconomía.

3 de enero de 2014

Las mejoras del 2014.

No hay que ser muy listo para pronosticar las mejoras de números que van a experimentar el paro y la economía a lo largo del 2014. Guardad el cotillón y los matasuegras, que no he dicho que esto vaya a ser una fiesta.

En España tenemos lo que viene siendo empresarios torpecitos y cobardicas. Esto es, se han metido en el juego de la Economía, y como no tienen ni puta idea de jugar, se lo han puesto en modo fácil. Lo cual significa que las variables a tener en cuenta para que el juego funcione salen jodidas. Esas variables no son otras que los factores productivos, o sea, familias, empresas y sector público. Porque ahora que ya es más barato una hora de trabajo de cualquier empleado o despedirle que comprarle dos paquetes de pañuelos al rumano del semáforo, ¿quién no va a querer tener a su disposición unos cuántos empleados de más? A los faraones no les molestaba tener unos cuantos israelíes de más haciendo las pirámides.

Las familias, gracias a los nuevos puestos de trabajo, podrán seguir viviendo. Eso sí, tendrán que prescindir de todos los caprichos, como pagar tasas de universidad o libros y material escolar a sus hijos, o quitar la calefacción en invierno, o sustituir lámparas por velas, y con una o dos comidas nadie se muere. Ni qué decir del tiempo de ocio, que eso son lujos, y ya tenemos una edad para saber decidir entre trabajar o vivir.

Las empresas lo tienen chupado. Se han generado 5 millones de individuos en busca desesperada de trabajo, por lo que a cada oferta de trabajo lanzada, una demanda de 800 o 900 personas llegará casi por arte de magia. Seguro que escondida entre ellas está el candidato idóneo. Ala, que se pongan a buscarlo. Que total, si fallan con el elegido a la primera, podrán despedirlo y pillar a otro. Tienen 900 oportunidades para acertar. Solo tienen que sacrificar tiempo, los costes de reclutamiento de cada nuevo empleado fallido, la imagen de marca de la empresa por tener costantemente al "es que es mi primer día", o al propio empleado idóneo, el cuál ya ha sido pillado por otra empresa que tuvo más suerte. ¡Seguid jugando!

Y ya el sector público ni os cuento lo bien que va a estar a partir de ahora. El superávit va a ser histórico. Habiendo suprimido costes en sanidad, educación, proyectos sociales, pensiones, transporte, y un largo etcétera, la de pasta que va a haber en las arcas del Estado cogiendo moho va a ser tremenda.

Disfrutad de lo votado y feliz 2014.