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30 de septiembre de 2010

Mi top 10: películas

Nota: debido a lo complicado que me ha resultado decantarme por 10 títulos, al final de la lista incluyo algunas películas que también tuvieron opciones de entrar en la lista y que finalmente quedaron fuera.

10. Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra, de Gore Verbinski (2003)


9. Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles. (2002)


8. Camino a la perdición, de Sam Mendes. (2002)


7. El Padrino, de Francis Ford Coppola. (1972)



6. Apocalyse Now, de Francis Ford Coppola. (1979)



5. Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino. (1992)



4. El bueno, el feo y el malo, de Sergio Leone. (1966)


3. El Señor de los Anillos, de Peter Jackson (2001/2002/2003)


2. El Caballero Oscuro, de Christopher Nolan. (2008)


1. Pulp Fiction, de Quentin Tarantino. (1994)


Se quedan fuera por poco:

  • Promesas del Este
  • Déjame entrar
  • Ciudadano Kane
  • Amores perros
  • El Imperio contraataca
P.D.: Por cierto, este es el post número 100 del blog.

Holgazanes y huelguistas.

Había que hablar de ello. Puede que hayas hecho huelga, puede que hayas ido a trabajar.

Si has hecho huelga, puede que hayas participado en ella activamente asistiendo a alguna de las numerosas manifestaciones convovadas por distintos sindicatos y organizaciones. O puede que aprovecharas para quedarte en casa disfrutando de semejante tamaño de tu bolsa escrotal.

El caso es que ayer asistí a la manifestación ce CNT (que UGT y CCOO se querían colgar la medallita, cuando ellos son culpables también de la actual situación), e hice huelga (más o menos, porque ayer libraba y no puede hacerla al 100 % como me hubiese gustado). No sé el baile de cifras que manejarán los diferentes medios. Doy por supuesto que intentarán rebajar los números todo lo posible, e intentarán minimizar el impacto de la huelga en su máxima medida creíble.Desde luego, yo que asistí a una manifestación de un sindicato minoritario, ví en primera persona como toda la avenida de Atocha de Madrid, de arriba a abajo, estaba repleta de gente vitoreando, cantando, gritando, con panfletos, carteles y banderas. En definitiva, no cabía un alma. Además, al contrario de lo que veía por la mañana en la tele por las televisiones, todo era muy pacífio, los piquetes de los que hablaban como si fuesen cuatro punkis desalmados, eran de verdad piquetes informativos pacíficos, en ningún momento ninguno se dedicó a intentar cerrar los poquísimos y aislados comercios que vimos abiertos.

El caso es que ejercí mi derecho a protestar, mientras que otros fueron a trabajar. Están en su derecho. Pero que no se hagan los inocentes ahora. Mientras que yo he hecho presencia para intentar mejoras tanto mis condiciones como SUS condiciones laborales, ellos han hecho como si estuviesen de puta madre en el trabajo. Que sí, están en su derecho de trabajar, pero allá la conciencia de cada uno. Que sí, que es una huelga tardía, convocada por UGT Y CCOO para limpiar un poco su nombre más que por otra cosa. Pero más vale gritar tarde y hacer saber nuestro disconformismo, que dejar que las reformas que nos están imponiendo echen raíces. Ahora lo que queda es que ésto no se olvide.

En fin, enhorabuena a todos aquellos que tuvieron agallas de hacer huelga, especialmente a aquellos que participaron en ella de foma activa. Si te quedaste en casa, también te doy la enhorabuena, hoy tu culo está mas descansado que antes de ayer. Y si fuiste a trabajar, también te doy la enhorabuena, tu nómina tendrá 50 € más que la del que faltó a su puesto.

Ala, ya podéis empezar a tirarme piedras.

28 de septiembre de 2010

El hombre lobo

Título original: The Wolf Man
Director: Joe Johnston
Nacionalidad: EEUU
Duración: 125 minutos
Año: 2010
Reparto: Benicio del Toro, Anthony Hopkins, Hugo Weaving, Emily Blunt, Geraldine Chaplin, Art Malik,...
Género: Terror / Thriller sobrenatural


Sinopsis: La infancia de Lawrence Talbot acabó drásticamente la noche que murió su madre. Se marchó de su pueblo, Blackmoor, y tardó décadas en recuperarse e intentar olvidar. Cuando Gwen Conliffe, la prometida de su hermano, le encuentra y le ruega que le ayude a buscar a su amor, que se encuentra desaparecido, Lawrence regresa a casa, donde se entera de que algo brutal, salvaje, con una sed insaciable de sangre ha matado a muchos campesinos...

Valoración personal: 5,2

Crítica: Extraño caso en el que tengo la contradictoria sensación de haber asistido a un buen entretenimiento, pero que podía haber llegado a mucho más que eso. Se ha desperdiciado una oportunidad única para convertir el mito del hombre lobo en un clásico, y a su favor tiene el hecho de que la original historia del licántropo no se revisiona desde hace décadas, al menos con la pretensión de estar a la altura.


Pero, ¿por qué una posible gran película se queda en un mero entretenimiento, plagado de sustos efectivos, sangre y visceras, y con una historia facilita de digerir? En primer lugar, a los personajes les falta desarrollo, no se profundiza ni en sus relaciones ni en sí mismos. La película no da concesión para ese desarrollo porque desde el minuto 1 se convierte en una carrera frenética, no da respiro y da la sensación de que quiere dejarlo todo mascadito lo antes posible para centrarse absolutamente en la bestia. Todo ocurre demasiado deprisa.
 
 
Por otra parte, se ha desaprovechado un reparto de lujo que da para mucho más, ninguno de los excelentes actores que componen el reparto tiene ocasión de lucirse en ningún momento. Y la dirección es apresurada, y sacrifica la historia a cambio de la acción. Y el guión parece haberse quedado en el primer borrador, le faltan capas y capas por pulir. No puedo evitar pensar que en manos de un buen director y de un buen guionista, la cosa podría haber funcionado muy bien.


La banda sonora tiene cierto tufillo al Drácula de Coppola, incluso hay momentos que parece que se han tomado partes de la música de ésta. Junto al sonido, lleno de gruñidos y gritos, no resulta tan inquietante como la composición de Woiciech Kilar, y simplemente logra el susto fácil y repetitivo. Y si nos centramos en la imagen, la excesa utilización de trucos de cámara baratos rozan la falta de originalidad de cualquier película de clase B.


Este hombre lobo, cierto es, está plagado de lagunas y fallos, es una producción (la cual ha estado plagada de problemas, eso sí) desaprovechada, y, repito, podría haber sido una gran película si se lo hubiese planteado, pero no deja de ser una película más de bestia asesina con aldeanos asustados y supersticiosos que hacen lo imposible por devolverla al infierno. Resultará muy entretenida y amena a aquellos que no tengan pretensiones mas allá de pasar un buen rato en el cine. Absténgase aquellos que busquen algo más.
 

27 de septiembre de 2010

La educación pública me odia.

Cuando la gente me pregunta qué estudio, y les respondo que tengo título superior de Imagen y que voy a estudiar una diplomatura de cinematografía gastándome en ello 9000 €, se echan las manos a la cabeza. Sí, son 9000 eurazos, uno detrás de otro. ¡¡9000 €uros!!! La gente puede invertir esa cantidad en: comprarse un coche, darse las vaciones de su vida, amueblar su casa, invertir en Bolsa, comprarse un yate.... Son compras en inversiones que la gente las ve normales e incluso felicitan a los que se gastan ese dinero en esos productos. Yo lo voy a invertir en estudiar. ¡Y la gente pone caras raras cuando se lo digo!

Me dicen: "¿no te sale mejor una carrera?". También dicen: "¿no hay otra cosa que te guste?".

Bueno, expondré mis experiencias con la educación pública. Después de hacer selectividad, y de no convencerme ninguna carrera,  me saqué un título en junio del año pasado de grado superior de Imagen. En realidad yo aspiraba a hacer el grado superior de Realización audiovisual, pero no me admitieron, y acabé de rebote en Imagen, que es lo mismo pero enfocado a la fotografía y al vídeo a la vez. Hasta ahí todo bien. Me saco el título, que bien podría valer para envolver chorizo. Mis aspiraciones van a más: quiero mi título de realizador, a lo que aspiraba en un pricipio, así que aprovechando que ya poseo un título, y con la ventaja que ello supone de cara a la admisión al nuevo curso, me apunto con una nota media de 7,25 a Realización. Pero llega la hora de ver las listas definitivas y... ¡estoy en lista de espera! Bueno, habrá que mendigar una plaza. Lo hago, pero al final acabé en el primer puesto de la lista de espera. Y esto debido a que los de Bachillerato o los que no tienen Bachillearto pero han aprobado un examen de acceso tienen prioridad a aquellos que queremos seguir complementando nuestros estudios y que tenemos mayor nivel, da igual que tengan menor nota que tú, peores aptitudes, que luego ni se presenten a clase... Ellos son la prioridad, y no hay más que hablar.

Y ahora esta situación se repite de forma mas absurda si cabe. Presenté mi solicitud en la escuela de idiomas de mi localidad para cursar inglés de nivel intermedio y alemán de nivel básico para el curso que empieza ahora en octubre. Los puntos de baremación se ganan siendo mayor de edad, teniendo familia numerosa, siendo superdotado, deportista de élite o tener minusvalía. Fuera de esa baremación, la cosa se pone como en Vietnam, todos somos iguales. Pero el sistema de admisión habrá que regirlo de algún modo. ¿Cómo? Pues así de sencillo: l sistema para optar a una plaza se rige por órden alfabético del primer apellido a partir de la letra K (me imagino la magnitud de la bolsa escrotal del individuo al que se le ocurrió tal sistema, y de lo tranquila que se quedó su madre cuando le arrojó del vientre).Por lo que yo, teniendo un apellido que comienza con la V, me he quedado de nuevo en las plazas mas atrasadas de la lista de espera. Y esto no es lo peor: resulta que si yo el año que viene volviese a presentarme, esta lista de espera se desecha y se hace una nueva con los que se presenten el año que viene, siguiendo la misma baremación y proceso de admisión. Básicamente, me han dejado claro que me tenía que haber buscado un padre con un apellido cuya letra inicial fuera la L o la M para poder estudiar idiomas, ya que si no me va a ser imposible acceder a una plaza en cualquier curso. Vamos, que los que tenemos la desgracia de tener un apellido que empiece por V, por T, por Z,... lo tenemos jodido.

Y, volviendo al principio, insisto en que me voy a gastar 9000 € en estudiar. La educación pública tiene un sistema de admisión absurdo, no se basa en criterios de calificación ni en el órden en que se haya entregado la solicitud, criterios mas justos que basarse en la letra del apellido. Así que como la educación pública ya me ha fuckeado (jodido; ya que no me quieren enseñar inglés, lo utilizaré como me salga del pene) demasiado, me paso a la educación privada, que a parte de educarme en la materia que yo deseo y con material y profesorado cualificado para ello, saldré con trabajos realizados por mí que engordarán mi currículum.

P.D.: Este viernes es la repesca para cursar idiomas: tengo que esperar que unas 75 personas contando admitidos y gente que me precede en las listas de espera no recojan el sobrecito de la matrícula. Y yo aún tengo fe.

24 de septiembre de 2010

¡Intruso alerta!

Tengo un sistema parasimpático (sí, el sistema que se encarga de que tartamudeemos en una entrevista de trabajo importante o de que nos sude la mano cuando agarramos la de la persona que nos gusta) que entra en alerta roja a la mínima. Un detonante potencial de mi sistema parasimpático (llamémosle Simpa, para abreviar) es el cambio de climatología. Y precisamente el verano se acaba de despedir, y Simpa se ha dado cuenta de ello, no hay forma de ocultárselo. Me podría ir a Australia, donde acaba el invierno para dar paso a la primavera, que Simpa sabría que en mi lugar natal hemos pasado a estaciones frías.

Y es que Simpa me acaba de regalar un buen resfriado. No se ha esperado ni tres días para empezar a enviarme alarmas de que el invierno se acerca, no, el mamón me lo ha hecho saber en cuanto el otoño ha asomado por la ventana. Aparte de que mi sistema gastrointestinal se ha puesto a hacer huelga a la japonesa, y estoy en una situación altamente aconsejable para invertir en papel higiénico.

Tengo la nariz como un tomate, me escuece a rabiar, y a eso hay que sumarle los evidentes problemas para respirar como dios manda. Simpa es así, un enemigo del cual no puedo evadirme. Su siguiente ataque lo tengo previsto para diciembre, en cuanto el frío se instale a conciencia, y me envíe una nueva alarma en forma de migrañas. Es un ciclo que se lleva repitiendo en mayor o menor medida desde que cursé 1º de Bachillerato. Desde entonces, Simpa siempre está al acecho, vigilando.

22 de septiembre de 2010

Mi top 10: guitarristas

10. Angus Young (AC/DC)




9. Jorge Salán (solitario, Mago de Oz)




8. Slash (Guns 'N' Roses,  Velvet Revolver)




7. Daron Malakian (System of a down, Soil, Scars of Bradway)




6. Steve Vai (solitario)




5. Buckethead (solitario, Guns 'N' Roses, Primus)




4. Jimmy Page (Led Zeppelin)




3. Tom Morello (Rage Against the Machine)




2. Yngwie Malmsteen (solitario)




1. Adrian Smith (Iron Maiden)


20 de septiembre de 2010

Uncharted 2

Acabo de pasarme el Uncharted 2, cosa de la que tenía muchas ganas, y qué decir. Es un pedazo de juego, invito a todo aquel que tenga una PlayStation 3 a comprárselo (además esta en Platinum) y a jugarlo. Porque de verdad que merece la pena.

Mejora a su predecesor en todos los aspectos, lo cual ya es su primer punto a favor ya que el primer Uncharted ya es un juegazo. Respecto a éste, la segunda parte nos ofrece, en primer lugar, más horas de juego, mas o menos unas 15 horas de juego, eso si no nos detenemos a buscar tesoros ocultos, recompensas, etc. , y además invita a volverlo a jugar. Aparte, los gráficos son magistrales, con animaciones muy fluidas, impresionante de verdad. Algo que me gustó mucho en la primera parte fue el efecto mojado de la ropa de los personajes, muy logrado, y que aquí vuelve a ser espectacular, y el buen uso de la luz, que aquí vuelve a ser excelente. La profundidad de los escenarios, la interactividad dentro de ellos, su diseño,... Todo es asombroso. Aparte, visitaremos numerosas localizaciones, desde Estambul hasta Nepal, pasando por Borneo, en busca de una ciudad perdida.

La jugabilidad es su mejor baza, con cambates tanto con armas como mano a mano, carreras frenéticas a pie, en coche, a través de un tren a todo trapo, puzzles para exprimir la sesera, buscar salidas de lugares aparentemente cerrados, y multitud de paredes para escalar. Todo ello aderezado por una historia de aventuras con un estilo clásico, con unos personajes, destacando a Drake, nuestro protagonista, muy pulidos y a los que se les coge fácilmente simpatía. Además de que Drake es un fiera, un tipo que es la perfecta mezcla entre Indiana Jones y Brendan Fraser en La momia, pero soltando tacos e improperios por la boca.


Los enemigos son numerosos, fuertes y van armados. Así que cuidado con ellos. Aparecen por cualquier sitio, en cualquier momento, y cada vez con armas mas grandes, mas potentes, y en definitiva que acojonan mas. En más de una ocasión hay que recurrir a pensar métodos menos ortodoxos que esconderse y disparar cuando haya una oportunidad.


Y otro de sus numerosos puntos a favor es el doblaje al castellano, simplemente perfecto. Creo que poco más puedo decir de él. Es uno de los juegos obligatorios de PlayStation 3, quien no lo tenga o no lo haya jugado, ya está tardando en hacerse con él.

17 de septiembre de 2010

Tempus fugit

Tras haber finalizado el periodo vacacional de la mayoría, y comenzar su nueva temporada laboral, a mí me ocurre la inversa. La temporada alta de mi trabajo ha expirado, y ahora solo hay que trabajar los fines de semana y los festivos, lo que significa que de lunes a viernes tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a hacer cosas que durante los últimos cuatro meses no he podido.

Uno de esos proyectos, como siempre, es ver películas que hasta ahora no he tenido ocasión o ganas de ver. Tengo un vicio bastante propio  de mí: como ya sabéis me encanta hacer listas, y con las películas que no he visto hago lo mismo. Suelo entrar en www.filmaffinity.com, y meterme en su lista entera ordenada alfabéticamente y empezar a meter en un archivo de word todas aquellas películas que tengo que ver, y todas aquellas películas que tengo que comprar en DVD. Llamadme rarito. Así que supongo que las horas después de comer las dedicaré a ver cine.

También quiero ir aumentando mi colección de comics. Tengo que terminar de una puñetera vez la serie de Death Note, voy por su 9º tomo, y seguir con Los muertos vivientes, del cual pienso hacerme hoy mismo con su tercer tomo. Estoy haciendo una colección de Batman de kiosko que reúne todas las joyitas del hombre murciélago, aparte de que poco a poco me estoy haciendo con la serie regular. Por supuesto, tengo una enorme pila de libros que tarde o temprano tengo que leer, entre los que destaca un amplio número de títulos de Stephen King, Choque de reyes, o Un mundo sin fin.

Y esta semana tengo que ir a mirar las listas definitivas de la escuela de idiomas. Voy a ponerme a afianzar mi inglés de una puñetera vez, y voy a atreverme con el alemán. También quise meterme a satánico, pero me dijeron que ese no lo imparte ese centro.

Y para los ratos inspirados, escribir mi segundo guión. Llevo meses intentando ponerme con él, tengo un mogollón de apuntes y un montón de ideas, y una historia bastante clara. Pero es ponerme a escribir, y que no me sale nada que me acabe gustando. Hasta ayer, que me puse un ratillo y saqué las bases de una escena.

Todo ello sin olvidarme de la guitarra. Llevo ya casi dos mesecillos con ella, y la relación va bien. Ella dice que no quiere ir tan rápido, y yo no la presiono demasiado. Le he propuesto hacer ya algo de digitación, y en ello estamos, aunque ella es bastante complicada de llevar y un tanto tímida, tengo que ser yo el que lleve la iniciativa para que la cosa avance.

Y ya para acabar, me he dado cuenta de que he engordado un poco. No mola. Debería hacer algo al respecto, y creo que el primer paso es no comer tantas hamburguesas. El segundo paso debería ser controlar el flujo intestinal. Y el tercer recobrar viejos hábitos, como hacer abdominales y pesas por lo menos media hora diaria. Es que si me pongo fofo, voy a tener que empezar a recurrir al photoshop para que mis admiradoras/es no empiecen a querer cortarse las venas.

Sin más que añadir, feliz nuevo curso y temporada laboral.

15 de septiembre de 2010

Mis aventuras en Parque Warner (Episodio IV: temporalmente en una galaxia no tan lejana)

Acaba de terminar la temporada alta, lo cual supone la despedida del personal que copa el protagonismo durante todo el periodo veraniego, y a los que voy a dedicarme en esta entrega: los auxiliares temporales. Yo en su momento pertenecí a esta etnia, afortunadamente he subido escalones y ahora puedo ver el espectáculo desde la barrera.


Cuando llega finales de mayo, a los que estamos ahí tirando del carro durante todo el puñetero año nos llega la incertidumbre de conocer cómo será la gente que entre a formar parte de la familia en esta época de calor, hormonas, niños en pelotas, abuelas con abanico, y de caos generalizado. A primeros de junio entra la primera oleada, y empezamos a valorar. Y para qué negarlo, las ganas de dar five fingers de ida y otros tantos de vuelta empiezan a sobrevolar la mente de más de uno.

Digamos que la faunia que entra es diversa. Por supuesto, hay muchachos y muchachas que son buenos tipos/as, que realizan su labor como la Santísima Trinidad manda, y que en definitiva van a currar, que es de lo que se trata. Pero hay un amplio número de especímenes que acatan conductas de otra índole. En mi caso particular, he tenido auxiliares este verano de los siguientes tipos:
  • Con aire de grandeza: llegan y lo saben todo. No es que lo sepan todo, no, es que son taaaaaan lissssstos, que me han enseñado a hacer mi trabajo. Y por supuesto, acatan un rol inventado que podíamos denominar "jefe de auxiliares". Como ya no somos unos niños, me guardo la colleja que le tenía guardada en un tupper, y simplemente le chisto para bajarle los humos. 
  • Los que siguen en la discoteca: este género ha abundado. Es llegar a la atracción, y de repente el tío listo (o tía lista) llega, se apoya con toda su pachorra en la pared, y ni te da señales (las señales de comunicación como un simple ok, o para abrir o cerra arneses), ni atiende la operativa, ni las preguntas de la gente, ni m is indicaciones,... Vamos, le falta el cubata en la mano derecha y el cigarrito en la izquierda. Este verano me ha hervido la sangre con estos animalicos. 
  • Los cracks: estos son los que protagonizan las anécdotas mas anecdóticas de Anecdotilandia. Son los que llegan y escupen al suelo así, sin preocuparse de la imagen de cara al público (pero con moquillo y todo), o los que se meten en tu panel de operador y meten la mano (con su correspondiente "quita, bicho" por parte del operador). Incluso los ha habido que les han mandado ha revisar el perímetro de una atracción (como mucho se tarda 10 minutos en rodearlo y revisar que todo está cerrado) y ver que cuando lleva hora y media por ahí y que no regresa, comprobar que se está haciendo el perímetro....¡de todo el parque! Lázaro, levántate y anda. En definitiva, son torpecitos.
  • Los empanaos: son esos que llegan por la mañana a la atracción y te dicen: no sé cómo va. Y tu piensas: "pero te han formado, ¿no?" "Sí, pero no me acuerdo" Tu se lo explicas todo, punto por punto, de manera clara y directa, sin complicaciones. Y de repente en el primer ciclo, cuando vas a lanzar el tren, les das la señal para que pulsen el botoncito, y a lo mejor pulsan la parada de emergencia. A tomar por culo. O que les dejas muy claro que no pueden meterse en cierta zona de la estación mientras la atracción está en funcionamiento porque hay un sensor de movimiento que si detecta algo, para la atracción. Y lo primero que hacen es.... ¡Efectivamente, meterse en el puñetero sensor! Pero ya se les puede caer la atracción encima, que su total indiferencia hacia lo que pasa alrededor hace que permanezcan siempre felices.
  • Los divos: el uniforme les sienta mal, les queda mal, y no les hace todo lo atractivos que deberían ser. Así que la norma de llevar el polo por dentro del pantalón (sí, no hace falta que digáis nada) se la saltan a la torera, lo de llevar coleta si tienen el pelo largo (ahí se os quede enredado en algúna brida suelta) para qué, y por supuesto, cómo van a coger una escoba, que eso es de chachas. Pues ala majo, te presento a la señora escoba, al señor recogedor, y si te pones tonto a la señora fregona. Y si no te gusta, ahí tengo una cuchilla para quitar chicles del suelo divina.
  • El zombie: se desconoce si habla, si respira, si es consciente de sí mismo. El caso es que llega, le dices "haz ésto", y ahí se queda, con cara de no proceder. Le insistes, con cierto miedo, no vaya a ser que de repente te vaya a intentar dar un mordisco o algo. El muchacho afirma tímidamente tu órden, pero no la acata, sigue en la misma posición en la que le dejaste. Y ya no sabes si es un ser unicelular, si se está cachondeando de tí, o si hay una cámara oculta. 
  • El militar: es el auxiliar con el que se necesita obligatoriamente llevar tapones para los oídos, porque se tira el día gritando, en plan: "¡¡¡CUATRO PERSONAS, POR FAVOR,!!! ¡¡¡A TÍ TE HE DICHO QUE GUARDES LA CÁMARA!!! ¡¡¡TÚ, QUE TE BAJES DE LA VALLA!!!" Y el caso es que intenta imponer autoridad, pero al final la gente pasa de él, lo cual le frustra, y le altera más aún, y le hace gritar más. La migraña de mi cabeza empieza a llamar al timbre.

Y luego ya está lo inclasificable. Ha habido cierto auxiliar este verano que me ha sacado de quicio. La primera vez que coincidí con él ya me habían llegado noticias de que el chico tuvo un día que no sabía su horario, salió dos horas tarde por no sabérselo (y eso que su relevo llegó a la atracción) y encima dijo que se lo pagaran como horas extra (cuando se había quedado de más por su inutilidad). El caso es que me tocó con él un día que había llovido a cántaros, y lo que le digo a él y a otro compañero es que había que quitar charcos: "¿Quitar charcos? Qué tontería, es imposible." Bueno, tú quita charcos. El chaval coge el quitacharcos, lo mira, me mira, mira el charco, me vuelve a mirar, resopla, y suelta: "Es que hay mucho agua" Pues ahí entra tu labor, en achicarlo, majo. Nos pusimos el otro auxiliar y yo a quitar charchos, y él, sin haber casi empezado, interrumpe su labor. "A mí no me pagan para ésto". No, mi padre montado en burro. Si esto no te mola, vete a una kiddie, cuyos charcos son mas grandes, y ayudas ahí, majo.

Y luego le tuve que soportar durante la operativa. Mide a los niños con el medidor, le digo. "Lo tengo controlado a ojo", replica. Enhorabuena, usa el medidor. El caso es que por lisssssto, se le colaron dos niños a los que tuve que sacar, porque ví a ojo que no llegaban a la estatura mínima. Efectivamente, a cada uno les faltaba ¡un palmo!. No un centímetro, o dos, sino ¡un palmo!. "Ay, lo siento, no les he visto, se me han pasado." Calla, que al final te tragas el medidor, que habrá que darle una utilidad ya que no lo utilizas. Y ese mismo día, con otro operador, la volvió a liar... ¡metiéndo tres personas en un vagon donde solo pueden ir dos! (Y estamos hablando de una montaña rusa).


Poco después volvimos a coincidir en el Simulador de Batman, donde la peña se tiene que tragar dos preshows, y donde no puedes meter gente de más en el ciclo, porque si no, aquellos que sobren se tienen que esperar de nuevo a que esos preshows terminen otra vez para poder llegar al simulador. El tipo, que sólo tenía que contar 30 personas, y yo le indiqué que para no complicarse metiese 27 a lo sumo, metió gente de más ¡3 veces! en una sola tarde. Yo acabé desquiciado, me quería tirar por un barranco, intenté cortarme las venas con el bolígrafo. Que es contar hasta 30. Qué cojones vas a hacer cuando hayan mas simuladores y haya que meter a 90. Y el capullo tuvo la genialidad de llegar despues de esas cagadas y decirme en un ciclo: "ahora sí, van 27". Pero con orgullo y todo. Si quieres te felicito, por fin has aprendido a contar. Y tampoco demasiado bien, porque metió 28.

Ha sido un veranito lleno de anécdotas, de más de un quebradero de cabeza, de momentos divertidos, de momentos en los que me he querido ahorcar, pero ya ha pasado. Por supuesto no quiero terminar este post en el que sólo hablo de auxiliares temporales sin felicitar a los auxiliares fijos, que han estado agauntando en las kiddies, que ese es otro infierno que hay que saber soportar. Ya sabéis: papás, nenes llorones, abuelas, mochileros, parejitas,...

11 de septiembre de 2010

Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra.

Título original: Pirates of the Caribbean: the Curse of the Black Pearl.
Director: Gore Verbinski
Nacionalidad: EEUU
Duración: 143 minutos
Año: 2003
Reparto: Johnny Depp, Geoffrey Rush, Orlando Bloom, Keira Knightly, Jonathan Pryce, Jack Davenport, Zoe Saldana,...
Género: Aventuras



Sinopsis: la idílica vida del pícaro pero irresistible Capitán Jack Sparrow da un vuelco cuando su enemigo, el Capitán Barbossa, le roba su barco, la Perla Negra, y ataca el puerto de Port Royal, secuestrando a Elizabeth Swann, la hija del Gobernador. Will Turner, amigo de la infancia de Elizabeth, decide unirse a Jack, en un acto de galantería para rescatar a la chica y de paso recuperar la Perla Negra. Lo que Will no sabe es que la maldición de un tesoro ha condenado a Barbossa y a su tripulación a vivir eternamente como esqueletos vivientes. Will debe descubrir la clave que rompa el maleficio para recuperar el magnífico tesoro.

Calificación personal: 8,4

Crítica: El género de piratas estaba muerto hasta que llegó Disney y decidió resucitarlo, pero no de cualquier manera, sino a lo grande, contando con Jerry Bruckheimer como principal acreedor del proyecto, lo cual es sinónimo de blockbuster palomitero y entretenimiento puro. Además de contar con una producción sólida, y que técnicamente no se le puede pedir más, Piratas del Caribe cuenta con un guión clásico redondo de aventuras, con algunos personajes memorables, comedia y épica bien repartidos a lo largo de sus más de dos horas de metraje, con momentos para el suspense, la tensión, y para el romanticismo, ya no sólo por el romance de la pareja protagonista, sino por la poesía piratesca que se reproduce en el film.


La película posee la habilidad de contar una historia de piratas sin recurrir a la violencia, pero sugiriéndonos todo lo que se puede esperar de un pirata. El gran descubrimiento del film, el Capitán Jack Sparrow, personaje con el que Johnny Depp se deleita como pez en el agua y por el cual estuvo nominado a mejor actor en los Oscars, es el claro ejemplo de todo lo que se puede esperar de un tipo que lleva una vida similar: adicto al ron, sinvergüenza y malhablado, egoísta, pícaro, propenso a meterse en líos y a salir airoso de ellos, y con una buena horda de enemigos que le quieren muerto. Gracias a este personaje se redescubre el género de la picaresca en su mejor estado, pues estamos ante un personaje que no deja de ser un completo granuja, pero con un enorme carisma y capacidad para caerle bien a todo el mundo. Es un personaje tan bueno que arrebata el protagonismo a los principales héroes de la función, un Orlando Bloom y una Keira Knightley de los que no se puede esperar mucho más. Incluso sus enemigos sienten cierta simpatía por él. Enemigos truhanes y groseros, como no, con el Capitán Barbossa como mayor exponente, personaje en el que se transforma Geoffrey Rush, al que le viene como anillo al dedo.


La corte de secundarios es de lo más ocurrente, y saben transmitir al espectador la euforia que poseen ellos mismos. Es uno de esos casos en los que se nota que la gente implicada ha disfrutado con su trabajo. Sobra decir que los efectos especiales son un deleite para la vista, y no solo son necesarios, sino que resultan verosímiles y útiles y se integran perfectamente en la atmósfera. Y para amenizar la velada tenemos una buena dosis de peleas de espada, carreras, abordajes y explosiones. Que por cierto, hablando de explosiones, es la primera vez que observo que las balas de los cañones no explotan, un gran acierto para impregnar de lógica a las peleas.


Las situaciones que se desarrollan se basan en la máxima del "más dificil todavía", acertando sobremanera, sin resultar exageradas dentro de lo que cabe en el género de la aventura y la fantasía. Y no necesita enrevesar demasiado la trama, lo justo para darle un toque de inquietud a la historia, aparte de hacer constar necesariamente el pasado de los personajes valiéndose de diálogos muy logrados entre los personajes. Personajes que como buenos piratas son supersticiosos y contradictorios entre sí, lo que lleva a paradojas bastante ingeniosas.


Y sí, es un trabajo bastante original llevado a cabo al estilo clásico, un blockbuster perdurable en la memoria, con escenas antológicas, una banda sonora que ya es un clásico, personajes carismáticos, acción, humor, emoción con una personalidad bastante canalla, con premisas infantiles pero que huyen de lo infantiloide, y que exponiendo personajes y situaciones descarados y groseros consigue el calificativo de película familiar.

8 de septiembre de 2010

Mis castings: Resident Evil

Imaginemos por un momento que Resident Evil aún no se hubiese llevado al cine (qué felices seríamos todos), y que habría que hacer una saga cinematográfica que fuese fiel al juego. Si por mi fuese, esta saga comenzaría en Raccon City, intercalando y cruzando los capítulos de el Virus G y de Nemesis. Por lo tanto, haré un casting para los personajes que componen estos capítulos, sabiendo que habría que meter algún flashback del episodio de la mansión.


La trama es la siguiente:  En 1998 en  Raccoon City la Corporación Umbrella se muestra como un conglomerado que posee ramas de investigación, desarrollo y comercio de todo bien y servicio que exista, pero que en realidad es la cubierta para una industria de desarrollo y venta de armas —especialmente biológicas— de última tecnología. Allí se investigaba una nueva arma biológica llamada T-Virus, que permite la reactivación de tejido muerto a escala celular; sin embargo, una falla de contención indeterminada hace que el virus escape, contaminando la ciudad y los alrededores.

Y el casting es el siguiente:
  • Leon S. Kennedy: Ian Somerhalder
Llega a Raccon como policía novato cuando el virus ya ha comenzado su masacre. Idealista, algo imprudente e impulsivo, pero servicial y temerario.

  • Claire Redfield: Emma Stone
Llega a Raccon en busca de su hermano Chris. Despreocupada, expresiva, se alía con Leon para refugiarse en la comisaría y poder escapar del horror.

  • Jill Valentine: Natalie Portman
Una de las supervivientes del episodio de la mansión, independiente, enérgica y con un fuerte sentido de la justicia, los hechos de Raccon City le pillan por sorpresa y ahora su meta es escapar, siendo perseguida por la criatura Nemesis.

  • Chris Redfield: James Franco
Uno de los protagonistas, hermano de Claire, componente de los S.T.A.R.S., tipo duro y de gran vitalidad, inteligente, experto en sortear situaciones críticas y salvar hasta las más arriesgada de las misiones.

  • Albert Wesker: Christian Bale
El villano por excelencia de la saga, simuló su muerte en la mansión siendo uno de los jefes de los S.T.A.R.S. y se regeneró gracias al Virus T, otorgándole poderes y nuevas habilidades.

  • Rebbeca Chambers: Ellen Page
La miembro mas joven de los S.T.A.R.S., sobrevivió a los dos incidentes de las mansiones. Pese a su apariencia fragil, es una chica despierta capaz de tratar sustancias químicas y mezclar hierbas curativas.

  • Ada Wong: Kristin Kreuk
Espía a las órdenes de Wesker con la misión de robar el virus G, y pese a ser una femme fatale, acabará sintiendo compasión hacia Leon.

  • Barry Burton: Brendan Gleeson
Miembro de los S.T.A.R.S., compañero y amigo de Chris, aliado en el que se puede confiar, aunque con un punto débil que es su familia, de lo cual Wesker sabrá aprovecharse.

  • Carlos Oliveira: Taylor Lautner
Soldado de U.B.C.S., responsable del mantenimiento de armas. A primera vista inexperto e inmaduro, pero siempre ayudará a Jill en los momentos difíciles.

  • Nicholai: Liam Neeson
Sargento de la U.B.C.S., frío y reservado, aunque es uno de los supervisores de la misión de rescate, sus objetivos son mucho mas oscuros.

  • Brian Irons: John C. Reilly
Jefe de policía de Raccon, sobornado por Umbrella al ocultar su laboratorio secreto bajo la comisaría. Ambicioso, se vuelve extremadamente loco tras el incidente en la ciudad.

  • William Birkin: Robert Sean Leonard
Principal participante en el descubrimiento y desarrollo del Virus T y se du evolución, el Virus G, el cual se inyecta en su propio cuerpo tras ser traicionado por Umbrella.