Seguidores

6 de marzo de 2013

Las opinión es como el culo: todos tenemos uno.

Hoy voy a ser demagogo, que está muy de moda. Aprovecho el fallecimiento de Chávez para la causa. Porque todos tenemos una opinión, al parecer. Da igual nuestra formación, las fuentes que nos dan la información, el nivel de contraste al que la sometemos, nuestro criterio e incluso da igual nuestra capacidad de permeabilidad.

Todos tenemos una opinión, y lo que es mejor aún, todos queremos expresarla, que se respete, que nadie nos lleve la contraria y si es posible que se nos aplauda. O lo que es lo mismo, que muchos amiguitos pinchen al "me gusta" de nuestra opinión de Facebook. Eso hará que  nuestro ego se ponga erecto, nos reafirmará en nuestra convicción de poseer la más absoluta de las verdades. ¿Que alguien se opone a nuestra verdad? ¡A tomar por culo con él, tengo 19 "me gusta"!

Como decía, quería dar mi punto de vista acerca del debate sobre la revolución bolivariana, que es algo de lo que todos saben mucho. Y mi opinión es...que no la sé. He leído y me han contado cosas maravillosas sobre ella, al igual que he leído y me han contado cosas menos bonitas. Hay gente que compara a Chávez con Franco. O sea, que Chávez es un dictador ganando elecciones democráticas y Franco fue un demócrata que ganó una guerra civil. Algo así, ¿no? Bueno, también los hay que son capitalistas de izquierdas, que eso es todo un logro.

Quiero ir al grano. Hay gente que ahora habla de la situación en la que se queda Venezuela sin saberla situar en un mapa. Quiero decir: ojito con aquella gente a la que le damos voz. Al igual que hay defensores de la monarquía dando lecciones sobre democracia. Que sí, que tener opinión es precioso y democrático, estoy de acuerdo, pero que tener opinión no es tener la posesión de la verdad. La verdad es inefable, interpretable, expuesta a la experiencia de cada uno. La mentira existe, de eso estoy seguro, pero, ¿ocurre igual con la verdad? Complicado, ¿no? Al menos, encontrar una mentira es bastante más fácil que hallar la verdad. ¿Es comunismo lo que hay en Cuba y en Venezuela? ¿Es dictadura lo que hay en Cuba? ¿Sus ejércitos oprimen al pueblo o lo cuidan de la amenaza estadounidense? ¿Sus pueblos son pobres o simplemente es que pueden vivir con un estilo de vida apartado del consumismo al que nosotros estamos sometidos? Consumismo que, por cierto, nos hace creernos clase media, cuando somos del escaloncito de abajo. Sí, os estoy llamando pobres. ¿Lo de cerrar medios contrarios a sus gobiernos es censura o es castigar a manipuladores? Que por otra parte, a la hora de manipular, ¿quién es el culpable: el manipulador o el que se deja manipular?

Básicamente, mi opinión es esta.
No sé responder a ninguna de esas preguntas. No tengo la formación. Por mucha información que tenga, por mucho que la contraste, acabo desconcertado, incrédulo, me surgen nuevas dudas y preguntas igualmente sin respuesta, y acabo con la conclusión de que solo sé que no sé nada.

Habrá quien me acuse de no tomar partido, pero es que parece ser que hay que posicionarse en absolutamente todo, incluso cuando no tienes ni puta idea de nada. "O estás conmigo o estás contra mí", podría decirse. Prohibido permanecer neutral.

Pues no voy a disculparme por ser un incrédulo y un negacionista, y que solo me crea al 100% aquello que veo, experimento o siento por mí mismo. El resto de verdades, pues tendré que fiarme según a quién le conceda el don de la fiabilidad y de a quién no. Así pues, prefiero parecer tonto y mantenerme callado que abrir la bocaza y demostrarlo. Es un buen ejercicio que aconsejo practicar antes de que la impulsividad por someter a juicio algo de lo que no tenemos ni puñetera idea nos haga opinar de ello. Ya avisé al comienzo de que iba a ser demagogo.

2 comentarios:

Biónica dijo...

PLAS PLAS PLAS PLAS!!!!

Chapó! No sé quién dijo que había que respetar TODAS las opiniones. Seguro que fue un comeflores de estos...

Al Twitter! ;-)

Murciégalo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.