Invertid en vaselina, pero con la cabeza bien alta.

"El circo ha llegado a la ciudad, y la carpa es azul" leía la noche de ayer en twitter. Sí, este país, cuya bandera porta dos franjas rojas como la sangre, es azul. Las gaviotas surcan nuestras calles y se cagan sobre nuestras cabezas. Y una ola de pesimismo invade a la gente. Pero os animo a levantar la cabeza y a mirar hacia delante, porque, pese a que vamos a acabar con las cavidades anales mas anchas que un túnel de metro, a medio plazo las expectativas pueden ser alentadoras si nos paramos a estudiar bien las cifras de las elecciones de ayer.

Primero quiero aclarar una cosa. Hay personas que ahora dicen que el movimiento del 15-M ha sido en vano, una mera ilusión, y que lo único que ha logrado es dividir a la izquierda. Paparruchas (qué bonita palabra, hay que joderse). En una sola semana, la cual ha tenido seguimiento por parte de los medios 3 días, no se puede derribar lo que se ha ido cimentando durante mas de 3 décadas. Por poner un ejemplo, Islandia ha derrocado a su gobierno y ha juzgado a sus banqueros cómplices de la crisis después de mas de 2 años de lucha. El proceso es largo, pero si es firme y constante, se obtiene la recompensa.

Ahora os voy a aportar datos para no caer en el pesimismo. Hablemos de la Comunidad de Madrid. ¿Sabéis que el PP ha perdido mas de 50mil votos respecto al 2007? ¿Y que un partido minoritario como Izquierda Unida ha ganado mas de 20mil respecto a las últimas elecciones? Y la participación ha sido la misma prácticamente. En la Comunidad Valenciana el PP ha perdido 70mil votantes, y un partido minoritario como EUPV irrumpe con casi 145mil votos. En el País Vasco, Bildu se ha hecho con varias alcaldías (PP, PSOE y UPyD querían prohibirlo, y resulta que la voluntad del pueblo ha sido tener a Bildu como gobernantes, que algunos les acusan de ser cómplices de ETA. Esos acusadores son los mismos que votan a los cómplices de alcaldes implicados en tramas de corrupción o cómplices del estropicio económico del país y de sus políticas antisociales. Para mí, ambas corrientes, de ser cierto que Bildu colabora con ETA, que no está claro, deberían estar fuera de las elecciones). En provincias como Cádiz, el PP incluso pierde una concejalía, mientras que IU gana 2, con 2mil nuevos votantes. Todo ello sumando la estrepitosa caída del PSOE a nivel general. Así que los resultados a nivel de votos no son tan catastróficos.

Pero, ¿qué es lo que ocurre? Desgraciadamente, el sistema electoral es una defecación grimosa líquida y con tropezones. Tenemos un sistema electoral que permite que con los datos que os he dado en el anterior párrafo, en Madrid el PP con su pérdida de votos, genere 6 nuevos diputados, y que en la Comunidad Valenciana ocurra mas de lo mismo. Esto lo podemos extender al resto de provincias y municipios, y estad preparados porque en las generales el batacazo va a ser igual: PSOE perderá una gran cantidad de votos, el PP mantendrá los mismos votos e incluso puede perder votantes, y partidos minoritarios ganarán adeptos, y aún así el PP va a arrasar. Pero si en las municipales han perdido tantos votos, imaginaos cuantos pueden llegar a perder en unas generales.

Así que levantad esas cabezas, el camino que hemos tomado es el correcto. Hay que seguir luchando para que el sistema democrático sea equitativo, que si un partido pierde votantes, pierda también poder, y viceversa. Es la pelea que hemos iniciado esta última semana, la pelea por romper esa desigualdad política que nos tiene indignados y que permite que estemos silenciados en los parlamentos pese a que somos un gran número de votantes los que hemos rechazado el bipartidismo. Hay que luchar para que un partido que solo tiene en su poder el 36% de los votos (que no de apoyo social) no tenga casi el 70% de las concejalías y diputaciones. Porque si ahora nos venimos abajo, entonces sí que habrán vencido. Y nadie dijo que esta batalla fuera a ser fácil, y mucho menos que ya estuviese ganada.

P.D.: Os invito a visitar las últimas entradas de los blogs "De inadaptados y otras historias", "Patitiesa" y "De la rabia y otras cosillas". Ante todo, y por muy desalentador que parezca el futuro, os invito al optimismo. Tened en cuenta que las nuevas generaciones de votantes, en su mayoría, son de los nuestros.