Seguidores

12 de septiembre de 2011

Odisea nocturna un domingo de septiembre.

Cuando durante tus vacaciones no tienes a dónde ir, tienes que hacer todo lo posible por pasar el menor tiempo en casa y hacer cosas. Lo que sea, da igual. Yo llevo 8 días en los que he estado mas tiempo ebrio que en estado normal, y de fiesta en fiesta. Así que ayer decidí darme un respiro, y salí para no beber nada que llevase alcohol. Nestea y Coca-Cola, en plan sano. ¿Qué ocurre? Que mis amigos no estaban por la labor de solidarizarse conmigo, y ellos decidieron sumergirse en ese mundo surrealista parecido a un cuadro de Dalí al que se llega por la vía rápida mediante el consumo de bebidas tales como ron, vodka o vino con cocacola para los mas agarrados de pasta. Resultado: mis amigos viendo dragones de colores, y yo en estado normal.

No es que me aburriera, de hecho me lo estaba pasando bastante bien. Resistí estoicamente la tentación de ponerme a beber yo también, mas por el orgullo de haber dicho antes "os prometo que hoy no bebo" y cumplirlo que por hacerme el sano. Pero llegó un punto en el que me costaba pillar los chistes y risas que solo una persona borracha puede pillar. Así que me puse a hacer lo que suelo hacer en estos casos: agotar la batería del móvil mientras cotilleo Internet. Puedo hacer eso y mantenerme integrado con los amigos, está comprobadísimo. Además, por aquí andamos en fiestas. Pero vaya mierda de fiestas que a las 2 ya estaba todo cerrado porque el día siguiente era laboral. Así que tuvimos que desplazarnos a un parque para intentar hacer tiempo, no era plan de subirse tan pronto a casa. A partir de ahí comenzó mi odisea.

Por estas cosas, quiero y odio a la vez al puto Rubio.
Resulta que tengo un amigo, que resulta ser mi vecino, que aún no es mayor de edad, y cuyos padres le dejaron salir hasta tarde confiando en que iba a estar conmigo. Sus padres saben que su hijo no es un angelito precisamente, pero ignoran que yo tampoco lo soy. Llamemos a este amigo "el puto Rubio". Este chaval es un cabra loca, un culo inquieto, un "estate quieto ya, cojones". El hecho de que me lo zumbaría tres veces seguidas es secundario. Estuve con él y unos amigos suyos pasando la tarde en Legazpi, donde el muy mamón estuvo haciendo skate de una manera que me da absoluta envidia, y riéndose de mí porque intenté mantenerme en pie sobre la tabla y andar sobre ella, y lo máximo que duro son 10 o 15 metros a velocidad tortuga antes de darme el leñazo. También se ríe de mí porque él sabe tocar la guitarra, y yo sé hacer que toco la guitarra. Y sabe distorsionar la voz, y yo no. Vamos, que todo lo que yo quiero saber hacer bien y no sé, lo sabe hacer él. Y se ríe de mí.

La cuestión es que le dije el plan que tenía por la noche con mis amigos, por si quería venirse. Tuve que convencer a sus padres, y luego tuve que aguantar a los míos diciéndome "ten cuidado del puto Rubio". Pues resulta que el puto Rubio se emborrachó el primero, se intentó liar con una, y luego, mientras yo disfrutaba de mi derecho a hacer el imbécil durante 15 minutos, le perdí la pista. No fui capaz de localizarle por móvil porque me lo había quedado cuidándoselo durante "5 minutos". Su móvil sigue en mi poder a estas horas. Para hacer tiempo, acompañé a toda la tropa, uno por uno, a sus respectivas casas, y luego me puse a buscar al puto Rubio sin demasiadas esperanzas de encontrarle. Creo que estuve así durante una hora. Al final dije "que le peten, que se vuelva él solito a casa cuando le dé la neura". Pero claro, si volvía a casa sin él y daba la casualidad de que mis padres estuvieran despiertos o los suyos vigilando por la mirilla, mis huevos correrían peligro. Estaba dispuesto a correr el riesgo, a las 4 de la mañana no se puede ir por la calle sin estar borracho.

Total, que por suerte mis padres dormían, los suyos supongo que también. Finalmente esta mañana el puto Rubio me habla por el messenger y me dice que él se fue a casa porque nos perdió de vista y que no consiguió zumbarse a la otra. Vamos, que él sobando y yo buscándole por ahí. Mis huevos siguen intactos, los suyos no tanto, porque tengo ganas de darle un par de patadas de las que te dejan estéril para los próximos cuatro lustros.

No hay comentarios: