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30 de septiembre de 2011

#noalasbodas

Estoy a pocas horas de asistir a una boda, y como está toda la familia con prisas y de los nervios, tirándose de los pelos, gritándose unos a otros "¡TRANQUILÍZATE!" y contestándose "¡TRANQUILÍZATE TÚ!", pues yo prefiero pasar este rato escribiendo. Yo soy muy así, de escaquearme de los protocolos de estas ceremonias que a mí me entran por un huevo y me salen por el otro. Lo de los nervios, gritos, y envejecer repentinamente 5 años en una sola mañana previa a una boda es el primero de los protocolos de los asistentes, esto es así.

Las bodas así no existen, el cine es todo mentira.
Odio las bodas. Pero no un odio de "voy a dominar el mundo y ahora os voy a hacer sufrir, mamones". No, ese odio es amable porque esclavizando a la humanidad al menos les dejas vivos. Mi odio es mas de a tomar por culo el mundo, la humanidad, las 20000 especies en peligro de extinción, y dale de fumar a la abuela que se pone muy graciosa. Las bodas consisten en hacer el paripé disfrazándose de pingüinos los tíos y de croissants de colores las tías, para acabar borrachos. Lo que prácticamente haces un fin de semana normal, que es salir de fiesta, arreglado pero informal, con no demasiada colonia encima, sin prisas que la noche es larga,... Pues eso mismo es lo que se hace en una boda, pero exagerándolo todo a número pi elevado a unicornio y con protocolos. Yo no sé hacer bien ninguno, siempre me salen al revés. O sea, por lo que tengo entendido hay que ir disfrazado "de boda" a la misa/juzgado, llamando lo máximo posible la atención por la calle, porque cuando se va de boda el resto del mundo debe saberlo. Que al mundo se la trae al fresco. Vamos, se la trae al fresco hasta a los de España Directo, que hacen reportajes de cualquier mierda, pero a la boda de tu tía ni se acercan a preguntar que qué tal va. Luego hay que escuchar el sermón, ver llorar a las primas de emoción, oir llorar a los niños que se aburren, reencontrarte con familiares cuya existencia desconocías...

Que esa es otra. Esos tíos y tías segundos y terceros, que te llegan y te dicen si te acuerdas de ellos. Pues no, no sé en qué parte del árbol genealógico coincidimos, no te he visto en mi puñetera vida, y deja de pellizcarme los mofletes, so capullo. "Es que eras un nene la última vez que te ví, y ahora estás hecho un hombretón". Pues tú estas gordo, tienes canas, papada y tu mujer tiene bigote. ¡Que me sueltes los mofletes, que te reviento!

Es que yo no entiendo cómo a estas alturas de la existencia de la humanidad, que ya llevamos unos cuantos de miles de años supuestamente evolucionando, todavía haya gente que quiera casarse. Que vale, que cada uno se jode su propia vida como le da la gana. Pero es que con una boda estás haciendo que todos tus invitados sean cómplices de la mierda de vida que vas a tener a partir de ahora. Tírate a un volcán activo, que al menos yo no tendré cargo de conciencia.

No os ilusionéis: esto también es mentira.
Yo lo que peor llevo es lo del "disfraz de boda". Es horrible. Yo he sucumbido a tener que ponerme corbata, elemento claramente alusivo al pene, me diréis que no. ¿Para qué sirve una corbata si no es para otra cosa que decir: lo que me cuelga del cuello, lo mismo pero mas abajo y en carne? A mí lo de que la gente vaya así vestida a las bodas me parece pura competición para ver a quién le sienta peor el traje, a quién le hace mas culo, y quién es el mas hortera de todos. Esto sirve para luego criticar, claro. Puro odio. Esto lo evitaría haciendo que la gente fuese en pijama.

¿Y a quién coño se le ocurrió la originalísima idea de colocar fotocopias por las farolas, como si fuese un anuncio de asistenta, con la foto de los novios y debajo un "Wanted: por robar nuestros corazones. El Rodri y la Tete se nos casan"? ¿Qué cojones?  Demasiado mal dejó en su momento Leticia Sabater a las personas ya de por sí faltas del sentido del ridículo, pero es que esto ya clama al cielo y a toda la jodida corte celestial. El tío que inventó esta...ejem...publicidad nupcial...se merece retroceder en el tiempo, a la Edad Media concretamente, y que le acusen de blasfemia y le hagan pasar por todas las torturas existentes durante la Inquisición.

Con este rollo lo único que pretendo es que vengáis a secuestrarme esta tarde y que pidáis un sustancioso rescate por mí. Os prometo que a mí en seguida me entra síndrome de Estocolmo.

3 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Estoy contigo, pero estoy demasiado lejos para secuestrarte X( XD

Odio las bodas tambien. Que rollazo. Animo.

Happy Kappa dijo...

Cuan identificada me siento con esta el contenido de este post!! Madre de dios!! El peso que me quité de encima hace poco cuando por fin pasó la boda de mi primo. Que encima, imagínate: estaba en Jaén de exámenes, tuve que volver al pueblo, de ahí dos horas de viaje hasta el pueblo de mi primo, luego media hora hasta el pueblo de la novia para la misa, luego media hora hasta el pueblo de mi primo para el banquete... y vuelta atrás... A dios gracias que ha pasado, y que ya solo me queda un primo por casar. La siguiente sería yo, pero todo el mundo sabe que yo si me caso será sobre un volcán y sin invitar a nadie :)

Me encanta tu blog! Un saludo!

Aitor Maiden dijo...

@Cinemagnific: sobreviví.

@Ana Cris Electric Eel: yo tuve una boda de un primo en la que me lo pasé muy bien, de hecho hay una entrada por ahí en la que hablo de ella. Pero ya está: el resto de bodas, mierda seca.