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24 de octubre de 2011

Mis aventuras en Parque Warner (Episodio IX: el cliente siempre cree llevar la razón).

Voy a ser claro: los que trabajamos de cara al público tenemos el cielo, o la mierda que haya después de la muerte, ganado. Yo hay cosas que no llego a entender. Se supone que entre los miles de visitontos visitantes que tenemos a diario, algunos son bastante mas inteligentes que, por no usar otro ejemplo, yo. O sea, los habrá que hayan estudiado una ingeniería, o una carrera chunga, o simplemente son inteligentes, sin más, porque les apetece serlo o porque vienen así de fábrica. Entendido ésto, mi pregunta es la siguiente: ¿por qué en cuanto atraviesan los tornos de entrada al parque toda esa masificación de inteligencia se esfuma y no queda ni rastro? El visitante medio se transforma en un ser autodestructivo, fuera de sí mismo, irresponsable, simple, necio, pasmado, pusilánime, fatuo... (si queréis mas sinónimos de la palabra tonto, el enlace aquí). Mi hipótesis es que cuando se levantaron los cimientos del parque, aparte de construirse sobre un cementerio medieval, se construyó en una zona de excesiva carga electromagnética cuyo epicentro está en la entrada, y en cuanto se transpasa, tales fuerzas atraviesan las paredes craneales de los visitantes y les convierten en gente mas perdida que alguien que viaja en el Oceanic 815.

Vale, desde pequeñitos nos comen el tarro con este asunto.
No es raro encontrarse gente formando fila en cualquier sitio del parque, colocarte tu detrás y preguntar:

- ¿Para qué están esperando?

Y que la respuesta sea:

- ¡Ah, no sé, la gente hacía cola y yo me puse!

Conclusión: a la gente le gusta hacer cola. A lo mejor el primero de la fila está en una pared o en una farola, que el resto le ha seguido y ahí se quedan. Estas cosas pasan, es normal, si en el cine ocurre, como en Forrest Gump, ¿por qué no iban a pasar cosas así en la vida real? Otra de las cosas que me llama la atención es lo poco que le llama la atención a un visitante cualquier cartel, del tipo que sea. Ya puede ser un cartel donde ponga "aléjese de aquí, Velocirraptores salvajes cerca", que ni caso. Me pregunto si fuera del parque la gente hará el mismo caso a los carteles de "Peligro: Alto voltaje" que a los carteles del parque donde pone "Salida: no obstruir". Yo no digo que sean tontos, se lo dicen ellos mismos cuando les apartas amablemente de la puerta de la salida para abrirla:
Siempre me hizo gracia el dramatismo de estos carteles.

- ¡Ah, coño, si estoy apoyado en la puerta de la salida! ¡ESTOY TONTO!

Yo siempre digo que el primer paso es admitirlo, luego la terapia es bastante llevadera. Y algo parecido a los carteles ocurre con las indicaciones por megafonía:

- Los niños tienen que ir en la derecha del tren - dices.

Situación típica: tres niños en la parte izquierda. Insistes:

- Los niños a la derecha, por favor.

Ni puñetero caso. Ya te pones cazurro:

- Los niños en la otra izquierda, por favor.

Entonces los papás te miran con cara de signo de interrogación, que es esa cara que tiene @YaizaCanosa en su foto de avatar del Twitter, y te preguntan:

- ¿Me dices a mí?

No hace falta comunicación oral para responder, con un leve asentimiento de cabeza apretando los labios hacia dentro basta para que te entiendan. Además, que hay veces que van de listos y se creen qu hacen tu trabajo mejor que tú. Muchas veces ocurre que vas a cargar a un visitante en la atracción, te engancha con cara de examinador de carnet de conducir, y te dice:

- Estás cargando mal, porque dejas huecos vacíos, porque ahí cabe mas gente, bla bla bla bla...

Única respuesta posible: "Vaya pasando, caballero". Sin más, ni se te ocurra darle coba, porque darle coba es error, fail, destroyer, fatality, Princess Peach is in another castle... ¡No hay que darles coba! Es peor que debatir en La Noria. ¿Queda claro? Dar coba: caca.

Esto se me está haciendo largo, y ya demasiado tedio me da tener que currar como para ponerme a hablar del trabajo fuera de él. Ya os he proporcionado vuestra dosis de entretenimiento; circulen, aquí no hay nada que ver.

3 comentarios:

Sar@! dijo...

Yo jamás he trabajado cara al público, pero gente que sí lo ha hecho, está de acuerdo contigo en que allá afuera hay más gente subnormal de lo que creemos... xD

Anónimo dijo...

Mmmm, saboreo cual catavenenos cada gota de la malahostia que destilas.

Si, gente = tonta
Yes, we can

Happy Kappa dijo...

Jo! yo pensaba que currar en un parque de atracciones era súper divertido, como en los dibujos animados...