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27 de agosto de 2010

Rojo a fuego.

Dijo Saramago que cuanto más viejo, más extremista. Gran hombre el portugués. Hace un par de días leí una entrada en un blog que no voy a nombrar (no hago publicidad gratuita a no ser que dicho blog se la merezca) en la que atacaba al comunismo, lo comparaba con el nazismo al haber estado asociados Hitler y Stalin en su momento. Los comentarios que siguieron a tal entrada decían que hoy en día llevar una hoz y un martillo era similar a portar una esvástica, que los extremos no son buenos, bla bla bla... Y por supuesto, a los que tenemos sentimiento comunista se nos llamaba burgueses, rojos de boquilla, etcétera.

Sí, soy comunista, y no por fardar de ello, o por hacerme el rebelde, o porque está de moda entre la juventud, no. Soy comunista porque lo siento, y gracias a mi amigo Nete, que me abrió los ojos, y a Luis, estudiante de filosofía, que me convencieron de ello dándome algo importante: datos.

Creo en el comunismo porque lo veo como la propuesta política más honesta e igualitaria. El comunismo que yo defiendo, antes de que alguno me ataque, no lo vemos en Cuba, donde hay un régimen dictatorial (aunque si no llega a ser por ese régimen de Castro, EEUU ya se hubiese merendado la isla), ni lo vimos en la URSS donde Stalin fue un tirano a la altura de Hitler, ni lo vemos en Venezuela, ni en China. Desgraciadamente, el comunismo ha existido bajo dictaduras, y por lo tanto, no ha sido puro. Pero lo que en su momento propuso Marx, si se llegase a dar en las condiciones propicias, sería la condición política más perfecta para nuestra sociedad.

El comunismo lo contraponen a la democracia, cuando pueden coexistir perfectamente. Lo opuesto al comunismo es el capitalismo, cuidado con ese dato. El capitalismo es un sistema hecho por los ricos para asegurarse de que el pobre nunca les arrebatará su trono y que el pobre sólo accederá a la riqueza si esos ricos se lo permiten. La ley en el capitalismo no es igualitaria, siempre acabará bneficiando al que tiene dinero. En el capitalismo, la ley protege al que tiene algo que proteger, y cuánto más rico, más se tiene. Y la democracia actual sólo es una falacia en la que impera el turno de partidos, y donde cada persona elige sus preferencias políticas como si de un equipo de fútbol se tratase. La democracia y el capitalismo se han encargado de repartir suficiente opio al pueblo en forma de programas de televisión, prensa o religión en las que la información es manipulable y descaradamente alterada para enmudecerlo y tenerlo siempre donde quiere tenerlo.

El comunismo que yo defiendo, el que me apasiona, es una sociedad que vive como si se tratase de un hormiguero: con suficiente conciencia social para que lo colectivo siempre esté por encima de lo individual, sabiendo que que si las necesidades del colectivo están bien cuidadas, las necesidades individuales estarán con ello satisfechas. Por supuesto, en esta sociedad no hay cabida para el egoísmo individual, pero esto ya es un tema en el que tendría que analizar temas que en un futuro trataré. Os recomiendo que leáis el manifiesto comunista, es un escrito antiguo y quizá haya quedado obsoleto, pero que si se actualiza a la mentalidad del hombre del siglo XXI puede ser muy útil.

16 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

El problema fundamental, tanto del comunismo como del anarquismo, es que su concepto puro es simplemente una utopía irrealizable. Incluso el cristianismo lo fue y se traicinó hasta la medula para sobrevivir.

Aitor Maiden dijo...

Pero su utopía viene dada por el egoísmo del género humano, que con tal de poder llegar a ser ricos, permiten que el capitalismo siga existiendo. Ya dedicaré un post a esa cuestión.

Anónimo dijo...

Me lo has quitado del pensamiento... Creo también en un comunismo por desgracia utópico gracias a la raza humana, que ha demostrado que por cada persona íntegra hay 500 cabrones. Obviamente no se puede confiar en nadie... y las grandes ideas se acaban convirtiendo en grandes fracasos por el egoísmo de algunos.

A mi la raza humana me ha demostrado que deberíamos morir todos =) somos una plaga, sobra gente.

Aitor Maiden dijo...

@ Txu Mifune: la cuestión es reeducar, el egoísmo es el cáncer de nuestra especie, e insisto ya hablaré sobre ello. Sólo dejo un adelanto: la libertad como la concebimos no existe, es solo un pretexto para hacer uso de ese egoísmo que nos caracteriza y del que no queremos desprendernos.

Movimiento 31 dijo...

Las discusiones sobre política suelen provocar enfados, aunque no es mi intención. Yo, como buen anarquista spenceriano, superpongo la libertad del individuo a la sumisión comunitaria. Sólo se puede disfrutar la libertad en tanto que individuo. Y creo que el comunismo no es la condición política perfecta; es perfecta para destruir el capitalismo. Presumir que toda la humanidad desea vivir en condiciones comunistas es (sin acritud) como medio pueril. Sólo diré que las personas más peligrosas son aquellas que se creen en posesión de la verdad, como Lenin, Stalin, Mao, Pol Pot, Che Guevara, Ceauşescu, Hitler, Mussolini, Negrín, Mola.......... Hay que indicar que la degeneración democrática es el resultado del maquiavelismo socialista en España, al que interesa una masa inculta y aborregada. Recuerda que Telecinco, Cuatro, Sexta, TVE, principales cadenas de TV, hacen la programación que criticas (tb A3, p ej, que compite en los mismos términos).

Un saludo

Aitor Maiden dijo...

Creo que voy a tener que publicar pronto un post sobre "la libertad" y su aplicación en la política para aclarar porqué el comunismo funcionaría como sistema si se aplicara de forma honesta y justa.

Movimiento 31 dijo...
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Movimiento 31 dijo...

Adelante, Aitor. De todas formas, no olvides que si todos fueran honestos y justos, incluso el despotismo ilustrado funcionaría a la perfección; esta cuestión fue formulada por Sócrates y su visión de la democracia consistía en que el gobierno de los muchos reduciría la corrupción de los pocos. Siendo así, ¿por qué es el comunismo el mejor modelo de convivencia? Siendo todos honestos y justos, parece que el sistema de gobierno es indiferente. Es más, cualquier sistema de gobierno moderno trata de poner los elementos que le permitan autorregularse y autocontenerse. Recuerda también que en la relación dialéctica de la historia y las clases, Marx predice el fin de la historia con la llegada de la dictadura del proletariado. Una dictadura, un despotismo, una democracia funcionarían todas igual de bien si el hombre fuese justo y honesto.

cR3$p0 dijo...
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Aitor Maiden dijo...
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Luisete dijo...

Creo que estais siendo un tanto pesimistas, aunque la verdad este mundo nos da razones para serlo, pero miremos no muy lejos, dado que tenemos sistemas utópicos a la vuelta de la esquina: Marinaleda. Si no conoceis la hª de este pueblo sevillano, meteos en inrternet que os lo comentarán mejor. Os resumo: Marinaleda es un pueblecito de Sevilla que a finales de los 70 estalló en cólera porque el paro era gigantesco y las condiciones laborales de los terratenientes locales eran, como todo trabajo caciquil, desastrosas. LLevaron a cabo huelgas de hambre y ocuparon tierras, luchas con la guardia civil, manifestaciones pacificas recibiendo por ello balazos de los rifles caciquiles. Tras unas elecciones y años de lucha, esas tierras son del pueblo y para el pueblo, administradas en regimen de cooperativa, un pueblo donde el paro es el 0%, no hay policia local, porque no se necesita, se elige todo por asamblea, y puedes acceder a una vivienda, en la cual el municipio te da los materiales y ayuda para construir la casa. Cuando fallezcas, esa casa es del pueblo, mientras que tu vivas es tuya, pero no hay derecho de herencia. Es decir, tenemos un pueblo en España en el que existe el Socialismo como Marx lo definió. El alcalde, Juan Manuel Sanchez Gordillo, de Izquierda Unida, cree en la utopía y lleva 30 años en ello. Os dejo la dirección del video:
http://www.youtube.com/watch?v=ZOEG4lmVp7Y&feature=player_embedded#!

Aitor Maiden dijo...

@ Luisete: gracias por tu aporte, tío, bastante útil. Por lo menos demuestra que a pequeña escala la cosa funciona.

bob dijo...

creo que con el ejemplo del pueblo sevillano ( habrá que ir a visitar Marinaleda); el sistema, político, social y económico del comunismo tal y como fue planteado en un principio, ha aprobado el examen y con nota. Lo que funciona a pequeña escala puede funcionar igual de bien a gran escala. Obviamente de un día para otro no funcionaría y por eso hay que ir de a poquitos (Hoy en día hay un pueblo comunista, quizá mañana haya dos y así sucesivamente).

Luisete dijo...

Sólo tienes que ver los videos de youtube: ese en el que esta Manel Fuentes en la cooperativa, charlando con una trabajadora, ésta le afirma que allí no hay jefes, pero que allí se va a trabajar, pues los beneficios son para todos y todos deben cumplir con su parte. Es decir: conciencia social. Todos saben que deben hacer una función para que la sociedad funcione. El alcalde, hasta hace unos años, era profesor de historia en el instituto, y solo cobraba el salario de funcionario, el de profesor, no el de alcalde. Ahora que ha cambiado las aulas por el parlamento andaluz, sigue igual, cobra el salario de parlamentario, pero no otro como alcalde: ejemplo a seguir para que el pueblo aprenda.
Mis tios de Córdoba, que militan en IU de La Carlota, fueron a visitar Marinaleda y a hablar con Sanchez Gordillo, y les decía que cuando habia algun incidente como un golpe con los coches, entre los ciudadanos se arreglaba el problema, se tomaban los papeles correspondientes, sin necesidad de policia; cuando necesitan realizar alguna obra en la que se necesita maquinaria especifica como escavadoras o maquinas de asfaltado, se habla con los propietarios de esas maquinas y, en la asamblea, se decide lo que le van a pagar al vecino por el trabajo a realizar (bien puede ser vecino del pueblo, bien de otro municipio).

Luisete dijo...
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Aitor Maiden dijo...

Luisete, estas que lo petas.