En tierra hostil

Título original: The Hurt Locker

Director: Kathryn Bigelow

Nacionalidad: EEUU

Duración: 125 minutos

Año: 2008

Reparto: Jeremy Renner, Anthony Mackie, Brian Geraghty, Guy Pearce, Ralph Fiennes,...

Género: Bélica

Sinopsis: En Irak, una unidad de élite de artificieros norteamericanos actúa en una caótica ciudad donde cualquier persona puede ser un enemigo y cualquier objeto una bomba. El jefe del grupo muere en el transcurso de una misión y es sustituido por el impredecible sargento William James. Cuando falta poco para que la brigada sea relevada, el imprudente comportamiento de James hará que sus subordinados se planteen seriamente el riesgo que corren.

Calificación personal: 5,5

Crítica: A mi modo de ver las cosas, estamos ante el producto cinematográfico mas sobreestimado de la década. Yo lo veo así: la película no la voy a calificar ni de mala ni de aburrida, hay público al que le gusta este tipo de cine, pero sí la califico de decepción. Es una película que pudo ser pero no quiso. Porque estamos ante el film que pretendía ser "el film" sobre la guerra de Irak, y rotundamente no lo es, primero porque carece de agallas y segundo porque toma al espectador por tonto haciéndole creer inteligente. Es una película destinada claramente a un público cada vez mas impresionable y menos analítico con lo que ve.

 

Me explico. Es una película que nos presenta la guerra de Irak como una guerra innecesaria, en la que los soldados, entre hazaña y hazaña, se tiran el día sentados a la bartola. Pero es una situación que no se atreve a denunciar. O sea, nos está diciendo que es una guerra carente de motivación, pero que ahí estan los americanos haciendo lo que mejor se les da hacer. Vamos, que pasa de mojarse. Señores, este no es el "Apocalypse Now" del siglo XXI que a mi me vendieron. 

 

Es demasiado larga, tiene situaciones fuera de contexto, y quiere volverse sentimental cuando no lo necesita. Para complacer al público, proporciona dos o tres escenas impactantes, con tensión y llevadas correctamente, para decir al espectador "mira lo que sé hacer", pero solo eso. No da un paso mas allá, el paso que diferencia a una película convencional de una gran película. Carece de alma, tiene un hueco enorme donde debería haber implicación y el sentimiento que deben tener este tipo de películas si quieren ser grandes. Yo no lo encuentro por ninguna parte, el espectador ve que ocurren cosas, pero está desconectado de ello, como le pasa con un telediario. Dirá "hay que joderse con lo que está ocurriendo", pero no recapacitará sobre ello una vez visto. Además, de que a partir de cierto punto se vuelve repetitiva e inconexa. 

 

Y eso que no es especialmente patriótica, aunque posee un puntito muy bien disimulado de permisividad al conflicto, disfrazado con una capa de película transgresora que en realidad de transgresora no tiene nada. Y tiene un personaje principal que podría haber sido bastante interesante de no ser por un cambio de actitud demasiado precipitado y desmedido, incluso estúpido, aparte de que el giro de trama que introduce con ello se mete con calzador y lo hace demasiado tarde, cuando el espectador ya no va a enamorarse de ninguno de los personajes ni se va a querer implicar en lo que está viendo.

Mencionemos a Bigelow, como no, después de tanto bombo que se le ha dado. Inmerecido, por supuesto. Le falta mala leche en una cinta de estas características, se ve incapaz de adentrarse demasiado en la historia, y no permite acercarse demasiado al espectador ni a los personajes ni a la situación, no vaya a ser que descubra que en realidad le está colando mentiras una tras otra. Por cierto, algo que hace grande al cine es eso, engañar al espectador y que este, aún siendo consciente de tal estafa, se lo crea. Esa magia aquí no tiene lugar. Es una dirección caracterizada por permitir ver, pero no sentir ni sacar conclusiones. 

 

Quizá la película merezca ser vista, pero desde luego no es la gran película de guerra que se nos quiere hacer ver, lo cual me cabrea mucho. Porque tras verla, me sentí estafado como cuando leo un periódico o veo un noticiario: me han dado su visión del asunto, y me han dicho que la verdad no le importa a nadie, parece ser. O quizá esa sea la grandeza de la película y no me haya dado cuenta de ello: que demuestra que la guerra es un circo que nos proporciona un mero espectáculo del que no nos importan sus consecuencias, y al cual nos podemos enganchar. Bueno, pues para darme cuenta de eso no me hacen faltan dos horas de metraje, lo veo en la tele todos los días, y a las noticias de las 15 no se le dan 6 Oscars por ello.